Manual de mitos y realidades
Existen numerosos mitos que se han perpetuado a lo largo del tiempo y que dificultan la aceptación de la enfermedad mental no sólo por parte del que la padece, sino por parte de la sociedad. Por ello, como parte de nuestro enfoque educativo, queremos poner a su disposición este contenido avalado por especialistas, en cuanto a los mitos y realidades en torno a la salud mental.
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Trastorno por atracones
Descripción general
El trastorno de apetito desenfrenado es un trastorno grave de la alimentación en el que sueles consumir cantidades extraordinariamente grandes de alimentos y te sientes incapaz de parar de comer.
Casi todos comemos de más en algunas ocasiones, por ejemplo, cuando nos servimos una segunda o una tercera porción de una comida durante las fiestas. Sin embargo, para algunas personas, comer de manera excesiva con la sensación de que se pierde el control y que esto se vuelva algo habitual pasa a ser un trastorno de apetito desenfrenado.
Cuando tienes el trastorno de apetito desenfrenado, puedes sentirte avergonzado por comer en exceso y prometer que vas a dejar de hacerlo. No obstante, sientes una compulsión tan fuerte que no puedes resistir la necesidad y continúas comiendo en exceso. Si padeces el trastorno de apetito desenfrenado, el tratamiento puede ser de ayuda.
Síntomas
La mayoría de las personas con trastorno por atracones tienen sobrepeso o son obesas, pero tú puedes tener un peso normal. Los signos y síntomas conductuales y emocionales del trastorno por atracones incluyen los siguientes:
- Comer cantidades inusualmente grandes de comida en un tiempo determinado, por ejemplo, durante un período de dos horas.
- Sentir que la conducta alimenticia está fuera de control.
- Comer incluso cuando estás lleno o no tienes hambre.
- Comer con rapidez durante los episodios de atracones.
- Comer hasta que estás demasiado lleno.
- Comer solo o a escondidas con frecuencia.
- Sentirte deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por tus hábitos alimentarios.
- Hacer dietas con frecuencia, posiblemente sin bajar de peso.
A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón, no sueles vomitar, usar laxantes ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que comiste. Puedes intentar hacer una dieta o comer las comidas habituales. Sin embargo, restringir tu alimentación puede llevarte a más atracones.
La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios durante una semana.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Si tienes síntomas de trastorno de apetito desenfrenado, busca atención médica lo más rápido posible. Los problemas del apetito desenfrenado pueden variar desde algo temporal a una situación recurrente, e incluso pueden persistir durante años si no se obtiene tratamiento.
Habla con el proveedor de atención médica o con un profesional de la salud mental sobre los síntomas y sentimientos asociados con el apetito desenfrenado. Si no quieres buscar tratamiento, habla con alguien en quien confíes acerca de lo que te sucede. Un amigo, un ser querido, un maestro o un líder religioso puede ayudarte a dar los primeros pasos de un tratamiento exitoso para el trastorno de apetito desenfrenado.
Causas
Se desconocen las causas del trastorno por atracones y purgas. Sin embargo, la genética, los factores biológicos, las dietas prolongadas y los problemas psicológicos aumentan tu riesgo.
Factores de riesgo
El trastorno de apetito desenfrenado es más común en mujeres que en hombres. Si bien el trastorno de apetito desenfrenado puede presentarse a cualquier edad, por lo general comienza en los últimos años de la adolescencia o poco después de cumplir los 20.
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de apetito desenfrenado:
•Antecedentes familiares. Es mucho más probable que padezcas un desorden alimenticio si tus padres o hermanos tienen (o tuvieron) algún desorden alimenticio. Esto puede indicar que la herencia genética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.
•Dieta. Muchas personas con trastorno de apetito desenfrenado tienen antecedentes de haber hecho dietas. Hacer dietas o restringir las calorías durante el día puede provocar una necesidad de comer en exceso, en especial si tienes síntomas de depresión.
•Problemas psicológicos. Muchas personas que tienen trastorno de apetito desenfrenado tienen una mirada negativa de ellas mismas, y de sus habilidades y logros. Los desencadenantes de los atracones pueden incluir el estrés, una mala imagen corporal propia y la disponibilidad de las comidas preferidas.
Complicaciones
Es posible que tengas problemas psicológicos o físicos relacionados con el apetito desenfrenado.
Entre las complicaciones que puede causar el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:
- Mala calidad de vida
- Problemas para funcionar en el trabajo, con la vida personal o en situaciones sociales
- Aislamiento social
- Obesidad
- Enfermedades relacionadas con la obesidad, como problemas en las articulaciones, enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, enfermedad por reflujo gastroesofágico, y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño.
Entre los trastornos psiquiátricos que a menudo se vinculan con el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:
- Depresión
- Trastorno bipolar
- Ansiedad
- Trastornos de consumo de drogas
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Bulimia nerviosa
Descripción general
La bulimia nerviosa, comúnmente denominada bulimia, es un trastorno alimentario grave y potencialmente fatal. Es posible que las personas con bulimia tengan en secreto episodios de atracones, es decir, que coman grandes cantidades de alimentos y pierdan el control de su alimentación, y luego vomiten, para tratar de deshacerse de las calorías adicionales de forma no saludable.
Para deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, las personas con bulimia pueden usar distintos métodos. Por ejemplo, pueden inducirse el vómito con regularidad o usar laxantes de manera inapropiada, suplementos para bajar de peso, diuréticos o enemas después del atracón. O pueden usar otras maneras de deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, como ayunar, adoptar una dieta estricta o hacer ejercicio de forma excesiva.
Si tienes bulimia, probablemente te preocupe tu peso y forma corporal. Es posible que te juzgues severa y duramente por los defectos que percibes que tienes. Dado que la bulimia se relaciona con la imagen de uno mismo, y no simplemente con los alimentos, puede ser difícil de superar. Pero un tratamiento eficaz puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo, a adoptar patrones de alimentación más saludables y a revertir las complicaciones graves.
Síntomas
- Preocuparse por la forma del cuerpo y el peso
- Vivir con miedo de aumentar de peso
- Repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos de una sola vez
- Sentir una pérdida de control durante el atracón, como si no pudieras dejar de comer o no pudieras controlar lo que comes
- Forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso después de un atracón
- Usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no son necesarios
- Ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos entre atracones
- Usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en exceso para bajar de peso
La gravedad de la bulimia se determina por el número de veces a la semana que te purgas, por lo general al menos una vez a la semana durante por lo menos tres meses
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Si tienes síntomas de bulimia, busca atención médica cuanto antes. Cuando no se trata, la bulimia puede tener efectos graves sobre la salud.
Habla con el proveedor primario de atención o con un profesional de la salud mental sobre los sentimientos y síntomas de la bulimia. Si no quieres buscar tratamiento, habla con alguien sobre lo que te sucede, puede ser un amigo, un ser querido, un maestro, un líder religioso o alguien en quien confíes. Ellos podrán ayudarte a adoptar las primeras medidas para obtener un tratamiento exitoso contra la bulimia.
Las señales de advertencia que pueden notar los amigos y los familiares de las personas afectadas con bulimia incluyen lo siguiente:
- La preocupación o las quejas constantes por ser gordos
- La percepción corporal distorsionada y excesivamente negativa
- El consumo repetitivo de cantidades grandes de comida de una sola vez, en especial de alimentos que la persona suele evitar
- La adopción de dietas estrictas o ayunos después de comer en exceso
- La negación a comer en público o frente a otras personas
- Las visitas al baño justo después de comer, durante las comidas o por largos períodos
- El exceso de ejercicio
- La presencia de llagas, cicatrices o callos en los nudillos o las manos
- El daño en los dientes y encías
- El cambio en el peso
- La inflamación de las manos y los pies
- La inflamación de la cara y las mejillas a causa del agrandamiento glandular
Causas
Se desconoce la causa exacta de la bulimia. Muchos factores pueden influir en el desarrollo de trastornos alimentarios, entre ellos, la genética, la biología, la salud emocional, las expectativas sociales y otros aspectos.
Factores de riesgo
Las niñas y las mujeres son más propensas a tener bulimia que los niños y los hombres. Por lo general, la bulimia comienza durante los últimos años de la adolescencia y el principio de la adultez.
Complicaciones
La bulimia puede causar numerosas complicaciones graves que incluso pueden poner en riesgo la vida. Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:
- Autoestima negativa y problemas con las relaciones y el funcionamiento social
- Deshidratación, que puede llevar a problemas médicos importantes, como insuficiencia renal
- Problemas del corazón, como latidos irregulares o insuficiencia cardíaca
- Caries dental severa y enfermedad de las encías
- Períodos ausentes o irregulares en las mujeres
- Problemas digestivos
- Ansiedad, depresión, trastornos de personalidad o trastorno bipolar
- Abuso de alcohol o drogas
- Autolesión, pensamientos suicidas o suicidio
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Anorexia Nerviosa
Descripción general
La anorexia nerviosa, a menudo simplemente denominada «anorexia», es un trastorno de la alimentación que se caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el temor intenso a aumentar de peso y la percepción distorsionada del peso. Para las personas con anorexia, es muy importante controlar su peso y su figura corporal, y hacen todo tipo de sacrificios que suelen interferir en su vida de forma significativa.
Para evitar aumentar de peso o para seguir adelgazando, las personas anoréxicas suelen restringir demasiado la cantidad de comida que consumen. Para controlar el consumo de calorías, pueden vomitar después de comer o usar de modo indebido laxantes, suplementos dietéticos, diuréticos o enemas. Además, para intentar bajar de peso, pueden ejercitarse en exceso. No importa cuánto baje de peso, la persona continúa sintiendo temor a aumentar de peso.
En realidad, la anorexia no se trata de la comida. Es una manera extremadamente poco saludable y, en ocasiones, mortal de intentar afrontar los problemas emocionales. Cuando tienes anorexia, lo que haces con frecuencia es equiparar la delgadez con la autoestima.
La anorexia, al igual que otros trastornos de la alimentación, puede tomar el control de tu vida y volverse muy difícil de sobrellevar. Pero con tratamiento, puedes lograr una mejor percepción de quién eres, volver a tener hábitos de alimentación más saludables y revertir algunas de las complicaciones graves que causa la anorexia.
Síntomas
Los signos y síntomas físicos de la anorexia nerviosa están relacionados con la inanición. Este trastorno también incluye problemas emocionales y conductuales asociados con una percepción irreal del peso corporal y con un temor muy intenso a aumentar de peso o a engordar.
Puede ser difícil advertir los signos y síntomas debido a que la noción de peso corporal bajo es diferente para cada persona, y es posible que algunas no parezcan extremadamente delgadas. Además, las personas con anorexia suelen esconder su delgadez, sus hábitos alimentarios o sus problemas físicos.
Síntomas Físicos
- Pérdida de peso excesiva, o no lograr el aumento de peso previsto para el desarrollo
- Aspecto delgado
- Recuento de células sanguíneas anormal
- Fatiga
- Insomnio
- Mareos o desmayos
- Pigmentación azulada en los dedos de la mano
- Cabello fino o quebradizo, o pérdida de cabello
- Vello suave como pelusa que cubre el cuerpo
- Ausencia de menstruación
- Estreñimiento y dolor abdominal
- Piel seca o amarillenta
- Intolerancia al frío
- Ritmo cardíaco irregular
- Presión arterial baja
- Deshidratación
- Hinchazón de los brazos o las piernas
- Erosión dental y callosidades en los nudillos por la provocación de vómitos
Algunas personas con anorexia tienen episodios de atracones y purgas, similar a lo que les ocurre a las que tienen bulimia. Sin embargo, las personas que padecen anorexia por lo general luchan contra un peso corporal anormalmente bajo, mientras que aquellas que padecen bulimia suelen tener un peso normal o por encima de lo normal.
Síntomas emocionales y conductuales
Los síntomas conductuales de la anorexia pueden incluir intentos de bajar de peso de las siguientes maneras:
- Restringir estrictamente la ingesta de alimentos mediante las dietas o el ayuno
- Hacer ejercicios de forma excesiva
- Darse atracones y provocarse vómitos para eliminar los alimentos, lo que puede incluir el uso de laxantes, enemas, suplementos dietarios o productos herbarios
- Preocupación por los alimentos, que a veces incluye cocinar comidas elaboradas para los demás, pero no comerlas
- Saltar comidas o rehusarse a comer con frecuencia
- Negar el hambre o poner excusas para no comer
- Comer solo unos pocos alimentos «seguros», por lo general, con bajo contenido de grasas y calorías
- Adoptar rituales rígidos para las comidas o la alimentación, por ejemplo, escupir la comida después de masticarla
- No querer comer en público
- Sentir temor a aumentar de peso, que puede incluir pesarse o medirse el cuerpo repetidas veces
- Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben
- Mentir sobre la cantidad de comida que se ingirió
- Quejarse por estar gordo o tener partes del cuerpo que son gordas
- Cubrirse con capas de ropa
- Estado de ánimo indiferente (falta de emociones)
- Retraimiento social
- Irritabilidad
- Insomnio
- Disminución del interés en las relaciones sexuales
¿Cuándo consultar al médico?
Desafortunadamente, muchas personas con anorexia no quieren hacer un tratamiento, al menos al principio. El deseo de mantenerse delgado se antepone a la preocupación por la salud. Si estás preocupado por un ser querido, pídele encarecidamente que hable con un médico.
Si tienes alguno de los problemas mencionados más arriba, o crees que puedes tener un trastorno de la alimentación, busca ayuda. Si les estás ocultando tu problema de anorexia a tus seres queridos, intenta encontrar a una persona en quien confíes para hablar sobre lo que está ocurriendo.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la anorexia. Al igual que con muchas enfermedades, probablemente sea una combinación de factores biológicos, psicológicos y del entorno.
Complicaciones
La anorexia puede tener muchas complicaciones. En su forma más grave, puede ser mortal. La muerte puede ocurrir de manera repentina, incluso cuando una persona no está excesivamente delgada. Puede ser resultado de ritmos cardíacos anormales (arritmias) o de un desequilibrio de los electrolitos (minerales como el sodio, el potasio y el calcio que mantienen el equilibrio de los líquidos en el cuerpo).
Otras complicaciones de la anorexia comprenden las siguientes:
- Anemia
- Problemas del corazón, como prolapso de la válvula mitral, ritmos cardíacos anormales o insuficiencia cardíaca
- Disminución de la masa ósea (osteoporosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir fracturas
- Pérdida muscular
- En las mujeres, ausencia de la menstruación
- En los hombres, disminución de los niveles de testosterona
- Problemas gastrointestinales, como estreñimiento, hinchazón o náuseas
- Anomalías electrolíticas, como bajo nivel de potasio, sodio y cloruro en la sangre
- Problemas renales
Si una persona anoréxica está en estado de desnutrición grave, todos los órganos del cuerpo pueden sufrir daños, incluido el cerebro, el corazón y los riñones. Es posible que este daño sea irreversible, incluso cuando la anorexia está bajo control.
Además de un sinnúmero de complicaciones físicas, las personas con anorexia también suelen tener otros trastornos de salud mental. Algunas de estas pueden ser:
- Depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo •Trastornos de la personalidad
- Trastornos obsesivos compulsivos
- Consumo indebido de alcohol y sustancias
- Autolesiones, pensamientos suicidas o intentos de suicidio
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Trastornos de la personalidad
Descripción general
Un trastorno de personalidad es un tipo de trastorno mental en el cual tienes un patrón de pensamiento, desempeño y comportamiento marcado y poco saludable. Una persona con trastorno de personalidad tiene problemas para percibir y relacionarse con las situaciones y las personas. Esto causa problemas y limitaciones importantes en las relaciones, las actividades sociales, el trabajo y la escuela.
En algunos casos, es posible que no te des cuenta de que tienes un trastorno de personalidad porque tu manera de pensar y comportarte te parece natural. Y es posible que culpes a los demás por los problemas que tienes.
Los trastornos de personalidad generalmente comienzan en la adolescencia o la adultez temprana. Existen muchos tipos de trastorno de personalidad. Algunos tipos se vuelven menos obvios en el transcurso de la mediana edad.
Síntomas
Los tipos de trastornos de la personalidad se dividen en tres grupos, sobre la base de características y síntomas similares. Muchas personas que presentan un trastorno de la personalidad también tienen signos y síntomas de, al menos, un trastorno de la personalidad más. No es necesario que se manifiesten todos los signos y síntomas enumerados para que se diagnostique un trastorno.
Trastornos de la personalidad del grupo A
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo A se caracterizan por pensamientos o comportamientos excéntricos o extraños. Incluyen el trastorno paranoide de la personalidad, trastorno esquizoide de la personalidad y trastorno esquizotípico de la personalidad.
Trastorno paranoide de la personalidad
- Desconfianza y sospecha generalizadas hacia los demás y sus motivos
- Creencia injustificada de que los demás intentan dañarte o engañarte
- Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás
- Vacilación al confiar en los demás debido al temor no razonable de que usarán la información en tu contra
- Percepción de comentarios inocentes o situaciones no intimidantes como si fuesen insultos o ataques personales
- Reacción hostil o de furia a los insultos o desaires percibidos
- Tendencia a guardar rencor
- Sospecha injustificada y recurrente de que el cónyuge o la pareja sexual es infiel
Trastorno esquizoide de la personalidad
- Falta de interés en las relaciones sociales o personales; preferencia por la soledad
- Amplitud limitada de las emociones
- Incapacidad para disfrutar la mayoría de las actividades
- Incapacidad para captar las señales sociales normales
- Aparentar ser distante o indiferente
- Poco interés o interés nulo en las relaciones sexuales
Trastorno esquizotípico de la personalidad
- Vestimenta, pensamientos, creencias, discurso o conductas peculiares
- Experiencias perceptivas extrañas, como escuchar que alguien susurra tu nombre
- Falta de expresión emocional o respuestas emotivas inadecuadas
- Ansiedad social y falta de relaciones cercanas o incomodidad con dichas relaciones
- Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz a los demás
- «Pensamiento mágico» (creer que puedes ejercer influencia en personas y acontecimientos con el pensamiento) •Creencia de que determinados incidentes o acontecimientos casuales tienen mensajes ocultos exclusivos para ti
Trastornos de la personalidad del grupo B
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo B se caracterizan por pensamientos o comportamientos dramáticos, excesivamente emotivos o impredecibles. Incluyen el trastorno de personalidad antisocial, trastorno límite de la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad y trastorno narcisista de la personalidad.
Trastorno de personalidad antisocial
- Indiferencia hacia las necesidades o los sentimientos de los demás
- Mentiras, robos, uso de apodos, estafas constantes
- Problemas legales recurrentes
- Violación constante de los derechos de los demás
- Comportamiento agresivo, a menudo violento
- Indiferencia hacia la seguridad propia y de los demás
- Conducta impulsiva
- Irresponsabilidad constante
- Falta de remordimiento por el comportamiento
Trastorno límite de la personalidad
- Conducta impulsiva y riesgosa, como tener relaciones sexuales sin protección, involucrarse en apuestas o tener atracones
- Imagen personal inestable o frágil
- Relaciones inestables e intensas
- Cambios en el estado de ánimo, a menudo como reacción al estrés interpersonal
- Conductas suicidas o amenazas de autolesión
- Temor intenso a estar solo o a ser abandonado
- Sentimientos de vacío continuos
- Ataques de ira frecuentes e intensos
- Paranoia intermitente relacionada con el estrés
Trastorno histriónico de la personalidad
- Búsqueda constante de atención
- Excesivamente exaltado, drástico o provocativo en el plano sexual, con el objetivo de captar la atención
- Discurso espectacular con opiniones fuertes, pero con pocos hechos o detalles para respaldarlas
- Fácilmente influenciable
- Emociones poco profundas que cambian rápidamente
- Preocupación excesiva por la apariencia física
- Pensamiento de que las relaciones con los demás son más cercanas que lo que en realidad son
Trastorno narcisista de la personalidad
- Creencia de que eres especial y más importante que los demás
- Fantasías sobre el poder, el éxito y la atracción
- Incapacidad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás
- Exageración de logros o talentos
- Expectativa de elogios y admiración constantes
- Arrogancia
- Expectativas no razonables de favores y ventajas, a menudo aprovechándose de los demás
- Envidia hacia los demás o creencia de que los demás te envidian
Trastornos de la personalidad del grupo C
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo C se caracterizan por pensamientos o comportamientos de ansiedad o temor. Incluyen el trastorno de la personalidad por evitación, el trastorno de la personalidad dependiente y el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva.
Trastorno de la personalidad por evitación
- Sensibilidad excesiva a las críticas y al rechazo
- Sentimiento de ser inadecuado, inferior o desagradable
- Evasión de las actividades laborales que implican contacto interpersonal
- Inhibición, timidez y aislamiento en el plano social; evitar las actividades nuevas o reunirse con extraños
- Timidez extrema en situaciones sociales y en las relaciones personales
- Temor a la desaprobación, a pasar vergüenza o a hacer el ridículo
Trastorno de la personalidad dependiente
- Dependencia excesiva de los demás y sentir la necesidad de que alguien te cuide
- Conducta sumisa o apegada hacia los demás
- Temor a tener que cuidarte o defenderte tú mismo si te dejan solo
- Falta de confianza en ti mismo, necesidad de consejos excesivos y de la confirmación de los demás para tomar incluso decisiones de poca importancia
- Dificultad para iniciar o llevar a cabo proyectos solo debido a la falta de confianza en ti mismo
- Dificultad para expresar desacuerdo con los demás, por temor a la desaprobación
- Tolerancia hacia tratos abusivos o inadecuados, incluso cuando existen otras opciones
- Necesidad urgente de comenzar una nueva relación cuando ha terminado otra
Causas
La personalidad es la combinación de pensamientos, emociones y conductas que nos hacen únicos. Es el modo en el que ves, comprendes y te relacionas con el mundo exterior, así como el modo en el que te ves a ti mismo.
La personalidad se forma durante la infancia y en ella incide la interacción de lo siguiente:
- Los genes. Es posible que determinados rasgos de la personalidad se transmitan de padres a hijos mediante los genes heredados. A veces, estos rasgos se llaman tu temperamento.
- El entorno. Esto incluye los alrededores en los que creces, los eventos que tuvieron lugar y las relaciones con familiares y otras personas.
Se piensa que los trastornos de la personalidad son provocados por una combinación de estas influencias genéticas y del entorno. Es posible que los genes te hagan vulnerable a desarrollar un trastorno de la personalidad, y una situación de la vida puede desencadenar el desarrollo.
Complicaciones
Los trastornos de la personalidad pueden alterar significativamente tanto la vida de la persona afectada como la de las personas que se preocupan por esta. Los trastornos de la personalidad pueden provocar problemas con las relaciones, el trabajo o la escuela, y pueden derivar en el aislamiento social o el consumo abusivo de drogas o alcohol.
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Síndrome de Burnout
Descripción general
El agotamiento o desgaste laboral o síndrome de burnout es un tipo especial de estrés relacionado con el trabajo, un estado de agotamiento físico o emocional que también implica una ausencia de la sensación de logro y pérdida de la identidad personal.
El «agotamiento» no es un diagnóstico médico. Algunos expertos piensan que hay otros trastornos, como la depresión, detrás del agotamiento. Algunas investigaciones sugieren que muchas personas que experimentan síntomas de agotamiento laboral no creen que sus trabajos sean la causa principal. Cualquiera que sea la causa, el agotamiento laboral puede afectar la salud física y mental. Considera cómo saber si tienes problemas de trabajo y qué puedes hacer al respecto.
Síntomas de agotamiento laboral
Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Te has vuelto cínico o crítico en el trabajo?
- ¿Te arrastras al trabajo y tienes problemas para empezar?
- ¿Te has vuelto irritable o impaciente con tus compañeros de trabajo, jefes o clientes?
- ¿Te falta energía para tener una productividad constante? •¿Te resulta difícil concentrarte?
- ¿Tus logros no te dan satisfacción?
- ¿Te sientes desilusionado con tu trabajo?
- ¿Estás usando la comida, drogas o el alcohol para sentirte mejor o simplemente no sentir?
- ¿Han cambiado tus hábitos de sueño?
- ¿Estás preocupado por dolores de cabeza inexplicables, problemas estomacales o intestinales, u otras quejas físicas?
Si respondiste afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, es posible que estés experimentando agotamiento laboral. Considera la posibilidad de hablar con un médico o un profesional de la salud mental, ya que estos síntomas también pueden estar relacionados con problemas de salud, como la depresión.
Posibles causas del agotamiento laboral
El agotamiento laboral puede ser el resultado de varios factores, entre ellos:
- Falta de control. La imposibilidad de influir en las decisiones que afectan a tu trabajo, como tu horario, tus tareas o tu carga de trabajo, puede ocasionar agotamiento laboral. La falta de los recursos que necesitas para hacer tu trabajo puede ser otra causa.
- Expectativas laborales poco claras. Si no tienes claro el grado de autoridad que tienes o lo que tu supervisor u otras personas esperan de ti, es probable que no te sientas cómodo en el trabajo.
- Dinámica disfuncional en el lugar de trabajo. Tal vez hay alguien en tu oficina que te acosa o acosa a tus compañeros, o te sientes desautorizado por tus colegas o tu jefe interfiere innecesariamente en tu trabajo. Esto puede contribuir al estrés laboral.
- Extremos de actividad. Cuando un trabajo es monótono o caótico, se necesita energía constante para mantener la concentración, lo que puede provocar fatiga y agotamiento laboral.
- Falta de apoyo social. Si te sientes aislado en el trabajo y en tu vida personal, es posible que te sientas más estresado.
- Desequilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Factores de riesgo de agotamiento laboral
Es más probable que experimentes agotamiento laboral si:
- Te identificas tanto con el trabajo que te falta un equilibrio entre tu vida laboral y tu vida personal
- Tienes una gran carga de trabajo, incluso horas extras
- Tratas de ser todo para todos
- Trabajas en una profesión de ayuda, como la atención médica
- Sientes que tienes poco o ningún control sobre tu trabajo
- Tu trabajo es monótono
Consecuencias del agotamiento laboral
El agotamiento laboral ignorado o no abordado puede tener consecuencias significativas, entre ellas:
- Estrés excesivo
- Fatiga
- Insomnio
- Tristeza, enojo o irritabilidad
- Consumo inadecuado de alcohol y de sustancias
- Enfermedad cardíaca
- Presión arterial alta
- Diabetes tipo 2
- Vulnerabilidad a las enfermedades
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Trastornos psicosomáticos
Descripción general
En el trastorno somatomorfo, hay un foco importante en los síntomas físicos, como dolor o fatiga, hasta el punto en que causa una gran angustia emocional y problemas para desenvolverse en la vida diaria. Puedes o no tener otra enfermedad asociada con estos síntomas, pero tu reacción a los síntomas no es normal.
A menudo, piensas lo peor acerca de tus síntomas y haces consultas frecuentes con el médico, ya que continúas buscando una explicación, aun cuando se han descartado otras enfermedades graves. Los problemas de salud pueden convertirse en un foco tan importante de tu vida que te resulte difícil desenvolverte, lo que en ocasiones puede llevar a la discapacidad.
Si tienes un trastorno somatomorfo, es posible que padezcas una gran angustia física y emocional. El tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas, ayudarte a enfrentarlos y mejorar tu calidad de vida.
Síntomas
Las características de los síntomas del trastorno somatomorfo pueden ser las siguientes:
- Son sensaciones específicas, como dolor o dificultad para respirar, o síntomas más generales, como cansancio o debilidad
- No están relacionados con una causa médica identificable, o se relacionan con un trastorno médico como el cáncer o la enfermedad cardíaca pero son más importantes de lo que se espera
- Son síntomas únicos, múltiples o variables
- Son leves, moderados o graves
El dolor es el síntoma más frecuente, pero cualquiera sean los síntomas, existen pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con tales síntomas, que pueden causar problemas importantes, dificultar la funcionalidad o, en ocasiones, incapacitar.
Estos pensamientos, sentimientos y comportamientos pueden tener las siguientes características:
- Preocupación constante sobre posibles enfermedades
- Interpretación de sensaciones físicas normales como signos de enfermedades físicas graves
- Temor sobre la gravedad de los síntomas, aún sin que exista evidencia
- Pensamientos sobre la amenaza o daño que representan las sensaciones físicas Sensación de que la evaluación o el tratamiento médico no han sido adecuados
- Temor de que la actividad física pueda causar daños al cuerpo
- Revisión repetitiva del cuerpo en busca de anomalías
- Consultas frecuentes al médico que no eliminan las preocupaciones o que las empeoran
- Ausencia de respuesta al tratamiento médico o sensibilidad inusual a los efectos secundarios de los medicamentos
- Afectación más intensa de la esperada para el trastorno médico
- En el caso del trastorno somatomorfo, cobra más importancia que los síntomas físicos que se tengan, la forma en que se interpretan, la reacción que provocan y el efecto que tienen sobre la vida cotidiana.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Ya que los síntomas físicos pueden estar relacionados con problemas médicos, es importante recibir la evaluación del proveedor principal de atención médica si no estás seguro de qué causa los síntomas. Si el proveedor principal de atención médica cree que tienes trastorno somatomorfo, quizás te derive con un profesional de la salud mental.
El cuidado de un ser querido
Cuando se producen los síntomas físicos que se consideran trastorno somatomorfo, puede ser difícil aceptar que se ha eliminado una enfermedad potencialmente mortal como la causa. Los síntomas causan una angustia real para la persona y el consuelo no siempre resulta útil. Anima a tu ser querido a considerar la derivación con un profesional de la salud mental para aprender formas de enfrentar las reacciones a los síntomas y las incapacidades que provocan.
La incapacidad física puede hacer que la persona se haga dependiente, y necesite atención física y apoyo emocional adicional, lo que puede resultar agotador para la persona responsable del cuidado y generar estrés a las familias y las relaciones. Si te sientes abrumado por tu papel como persona responsable del cuidado, quizás necesites hablar con un profesional de la salud mental para hablar sobre tus propias necesidades.
Causas
La causa exacta del trastorno de síntomas somáticos no es clara, pero cualquiera de estos factores puede influir:
- Factores genéticos y biológicos, como mayor sensibilidad al dolor
- Influencia familiar, que puede ser genética, ambiental o ambas
- Rasgo de negatividad en la personalidad, que puede impactar en la forma en que identificas y percibes la enfermedad y los síntomas corporales
- Menor percepción de las emociones o problemas para procesarlas, lo que provoca que el foco sea los síntomas físicos en lugar de los problemas emocionales
- Conducta aprendida, por ejemplo, la atención y otros beneficios obtenidos luego de haber padecido una enfermedad; o las «conductas de dolor» en respuesta a síntomas, como evitar excesivamente la actividad, lo cual puede aumentar tu nivel de discapacidad
Factores de riesgo
- Sentir ansiedad o depresión
- Tener una enfermedad o estar recuperándose de una enfermedad •Estar en riesgo de padecer una enfermedad, por ejemplo, tener antecedentes familiares importantes de una enfermedad
- Vivir sucesos estresantes, traumas o violencia
- Haber vivido traumas en el pasado, como abuso sexual infantil
- Tener un nivel de educación o socioeconómico bajos
Complicaciones
El trastorno de síntomas somáticos puede asociarse con lo siguiente:
- Salud deficiente
- Problemas para desenvolverse en la vida diaria, entre ellos, discapacidad física
- Problemas con las relaciones
- Problemas en el trabajo o desempleo
- Otros trastornos mentales, como ansiedad, depresión o trastornos de personalidad
- Aumento del riesgo de suicidio relacionado con depresión
- Problemas económicos debido a exceso de consultas para el cuidado de la salud
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Síndrome de fatiga crónica
Descripción general
El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.
La causa del síndrome de fatiga crónica es desconocida, aunque existen muchas teorías, que van de las infecciones virales al estrés psicológico. Algunos expertos creen que el síndrome de fatiga crónica puede desencadenarse por una combinación de factores.
Ninguna prueba individual puede confirmar un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica. Es posible que necesites una variedad de pruebas médicas para descartar otros problemas de salud que tienen síntomas similares. El tratamiento del síndrome de fatiga crónica se centra en el alivio de los síntomas.
Síntomas
- Fatiga
- Pérdida de memoria o concentración
- Dolor de garganta
- Agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello o las axilas
- Dolor articular o muscular sin causa aparente
- Dolores de cabeza
- Sueño no reparador
- Agotamiento extremo que dura más de 24 horas después de realizar ejercicio físico o mental
¿Cuándo consultar al médico?
La fatiga puede ser síntoma de distintas enfermedades, como infecciones o trastornos psicológicos. En general, consulta con el médico si experimentas fatiga persistente o excesiva.
Causas
Las personas que tienen síndrome de fatiga crónica parecen ser hipersensibles incluso a cantidades normales de ejercicio y actividad.
Todavía se desconoce el motivo por el cual esto ocurre en algunas personas y en otras no. Es posible que algunas personas nazcan con una predisposición al trastorno que después se desencadena por una combinación de factores. Los posibles desencadenantes comprenden:
- Infecciones virales.
- Problemas del sistema inmunitario.
- Desequilibrios hormonales.
Complicaciones
Las posibles complicaciones del síndrome de fatiga crónica comprenden:
- Depresión
- Aislamiento social
- Restricciones en el estilo de vida
- Aumento en las ausencias laborales
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Estrés Crónico
Descripción general
Aunque el estrés es una respuesta natural del organismo a situaciones puntuales que suponen una novedad, un desafío o incluso un trauma, cuando esta respuesta se mantiene de forma prolongada en el tiempo se llega a una situación clínica a la que se denomina estrés crónico y puede tener importantes consecuencias para la salud física y mental de quien lo sufre. Ejemplos de este tipo de estrés son el síndrome del trabajador quemado, la depresión de los parados de larga duración, el que se asocia a los problemas económicos familiares, etc.
Las causas del estrés crónico pueden ser numerosas, pero básicamente puede decirse que son aquellas situaciones no resueltas que se mantienen durante semanas, meses e incluso años sin tratar de buscar una solución al problema que lo genera.
Si el estrés no se controla se llega alcanzar un nivel de ansiedad patológico que ocasiona importantes trastornos en el organismo:
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Hipertensión arterial.
- Diabetes.
- Obesidad.
- Eczemas.
- Problemas menstruales.
- Alteraciones del sueño.
- Estreñimiento.
- Diarrea.
- Dolores de cabeza.
- Disfunciones sexuales.
- Irritabilidad.
- Cambios de humor.
- Fatiga.
- Sensación de debilidad.
- Dificultad para respirar.
- Problemas de memoria.
- Cansancio.
- Ataques de pánico.
- Debilitamiento del sistema inmune y, por tanto, facilidad para contraer infecciones.
Riesgo de enfermedades
El estrés crónico produce un desgaste físico y emocional que puede llevar a sufrir enfermedades graves, tales como accidentes cardiovasculares, ictus, depresión e incluso cáncer, como evidencian recientes estudios realizados en Estados Unidos. En el caso de la depresión, la tendencia suicida o la violencia son dos posibilidades que pueden estar presentes si no se trata adecuadamente.
El problema fundamental en relación al estrés crónico es que está infradiagnosticado, ya que es frecuente que quien lo padece se habitúe a él y no acuda al médico pese a los síntomas evidentes. En tales casos, sólo cuando el organismo llega al límite y se produce un ataque de pánico, un infarto cualquier otro aviso de esta índole se llega a identificar el estrés crónico como agente causal.
Tratamiento del estrés crónico
El tratamiento del estrés crónico conlleva la necesidad de un cambio radical del estilo de vida. A veces, es posible resolver una situación de este tipo resolviendo el problema que lo genera: cambiando de trabajo, divorciándose, etc. Pero no siempre es posible, como sucede con los parados de larga duración, las familias sin recursos económicos o similares.
En algunos casos, el realizar cambios en los hábitos de vida, como cuidar la alimentación, practicar ejercicio físico regularmente, dedicar tiempo al ocio y a salir con los amigos, buscar modos y momentos para la relajación o prácticas similares puede ser muy efectivo para superar el estrés crónico. Pero muchas otras el desgaste emocional y los síntomas iniciales de una depresión deben llevar a pensar en la conveniencia de buscar apoyo psicológico y someterse a terapia.
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Trastorno de estrés postraumático
Descripción general
El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad de salud mental desencadenada por una situación aterradora, ya sea que la hayas experimentado o presenciado. Los síntomas pueden incluir reviviscencias, pesadillas y angustia grave, así como pensamientos incontrolables sobre la situación.
Muchas personas que pasan por situaciones traumáticas quizás tengan dificultad temporaria para adaptarse y afrontarlas, pero con el tiempo y el autocuidado generalmente mejoran. Si los síntomas empeoran, duran meses e incluso años, e interfieren con tus actividades diarias, es posible que tengas trastorno de estrés postraumático.
Obtener un tratamiento efectivo después de que se manifiesten los síntomas de trastorno de estrés postraumático puede ser esencial para reducir los síntomas y mejorar el funcionamiento.
Síntomas
Los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT) pueden comenzar dentro de un mes de un suceso traumático, pero a veces pueden no aparecer hasta años después. Estos síntomas ocasionan considerables problemas en situaciones sociales o laborales y en las relaciones. También pueden interferir con tu capacidad de hacer tus tareas normales de todos los días.
Los síntomas del trastorno de estrés postraumático por lo general se agrupan en cuatro tipos: recuerdos intrusivos, evasión, cambios en el pensamiento y en los estados de ánimo, y cambios en las reacciones físicas y emocionales. Los síntomas pueden variar con el paso del tiempo o según la persona.
Recuerdos intrusivos
Los síntomas de los recuerdos intrusivos pueden ser:
- Recuerdos recurrentes, involuntarios y angustiantes del hecho traumático
- Revivir el hecho traumático como si estuviera sucediendo otra vez (reviviscencia)
- Sueños perturbadores o pesadillas acerca del hecho traumático
- Angustia emocional grave o reacciones físicas a las cosas que te recuerdan el suceso traumático
Evasión
Los síntomas de la evasión pueden ser:
- Tratar de evitar pensar o hablar acerca del suceso traumático
- Evitar lugares, actividades o personas que te recuerden el suceso traumático
Cambios negativos en el pensamiento y en los estados de ánimo
Los síntomas de los cambios en el pensamiento y en el estados de ánimo pueden ser:
- Pensamientos negativos sobre ti mismo, otras personas, o el mundo en general
- Desesperanza acerca del futuro
- Problemas de memoria, incluso no recordar aspectos importantes del suceso traumático
- Dificultad en mantener relaciones cercanas
- Sentirte distanciado de tus familiares y de tus amigos
- Falta de interés en las actividades que antes te gustaban
- Dificultad para sentir emociones positivas
- Sentirte emocionalmente insensible
Cambios en reacciones físicas y emocionales
Los síntomas de los cambios en las reacciones físicos y emocionales (también llamados síntomas de excitación) pueden ser:
- Asombrarte o asustarte fácilmente
- Estar siempre alerta al peligro
- Conducta autodestructiva, como por ejemplo beber en exceso o conducir demasiado rápido
- Trastornos del sueño
- Dificultad en concentrarte
- Irritabilidad, arrebatos de ira o conducta agresiva
- Sentimientos abrumadores de culpa o vergüenza
En los niños de 6 años y menores, los signos y síntomas también pueden incluir:
- Recrear el evento traumático o aspectos de este a través del juego
- Sueños aterradores que podrían o no incluir aspectos del evento traumático
Intensidad de los síntomas
Con el tiempo, los síntomas del trastorno de estrés postraumático pueden variar en intensidad. Puedes tener más síntomas de trastorno de estrés postraumático cuando estás estresado en general o cuando te encuentras con cosas que te recuerdan lo que atravesaste. Por ejemplo, puedes escuchar el petardeo de un auto y revivir experiencias de combate. O puedes ver un informe en las noticias acerca de una agresión sexual y sentirte abrumado por los recuerdos de tu propia agresión.
¿Cuándo consultar con el médico?
Si tienes pensamientos y sentimientos perturbadores acerca de una situación traumática durante más de un mes, si son graves, o si sientes que tienes problemas en retomar el control de tu vida, habla con un profesional del cuidado de la salud. Consigue un tratamiento cuanto antes para evitar que los síntomas del trastorno de estrés postraumático empeoren.
Si tienes pensamientos suicidas
Si estás teniendo pensamientos suicidas o los tiene alguien que conoces, busca ayuda inmediatamente a través de uno o más de estos recursos:
- Habla con un amigo íntimo o un ser querido.
- Ponte en contacto con un sacerdote, un pastor, un líder espiritual o alguien de tu comunidad religiosa.
- Llama a un número directo de suicidio. En Cartagena llama al 125.
- Pide una consulta con tu médico o un especialista en salud mental
Causas
Puedes presentar trastorno de estrés postraumático cuando sufres, ves o te enteras de un acontecimiento que implique la realidad o la amenaza de muerte, lesiones graves o violación sexual.
Los médicos no están seguros de la razón por la que algunas personas presentan el trastorno de estrés postraumático. Al igual que con muchos problemas de salud mental, el trastorno de estrés postraumático probablemente sea causado por una combinación compleja de:
- Experiencias estresantes, entre ellas la cantidad y gravedad de los traumas que hayas atravesado en tu vida
- Riesgos de problemas mentales hereditarios, tales como un riesgo elevado de sufrir ansiedad y depresión
- Características hereditarias de la personalidad —a menudo denominada temperamento
- La forma en la que el cerebro regula las sustancias químicas y las hormonas que el organismo libera en respuesta al estrés
Tipos de situaciones traumáticas
Las más frecuentes que provocan la aparición del trastorno de estrés postraumático son:
- Exposición al combate
- Maltrato físico durante la infancia
- Violencia sexual
- Agresión física
- Ser amenazado con un arma
- Un accidente
Muchas otras situaciones traumáticas también pueden provocar trastorno de estrés postraumático, como incendios, desastres naturales, asaltos, robos, accidentes aéreos, torturas, secuestros, diagnósticos médicos con riesgo de vida, ataques terroristas y otras situaciones extremas o probablemente mortales.
Complicaciones
Este trastorno puede alterar tu vida entera: tu trabajo, tus relaciones, tu salud, y el goce de las actividades diarias.
Tener trastorno de estrés postraumático también aumenta el riesgo de sufrir otros problemas de salud mental, como:
- Depresión y ansiedad
- Problemas con el consumo de drogas y alcohol
- Trastornos de alimentación
- Pensamientos y acciones suicidas
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