Demencias
Descripción general
La demencia describe un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales lo suficientemente graves como para interferir en tu vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, hay varias enfermedades que pueden provocar demencia.
Aunque la demencia generalmente implica pérdida de memoria, hay varias causas de pérdida de memoria. El hecho de padecer pérdida de memoria no significa que tengas demencia.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia progresiva en adultos mayores, pero existen varias causas de demencia. Dependiendo de la causa, algunos síntomas de demencia pueden ser reversibles.
Síntomas
Los síntomas de la demencia varían según la causa, pero los signos y síntomas frecuentes son los siguientes:
Cambios cognitivos
- Pérdida de la memoria, que generalmente es notada por el cónyuge o por otra persona.
- Dificultad para comunicarse o encontrar palabras.
- Dificultad con las habilidades visuales y espaciales, como perderse mientras se conduce.
- Dificultad para razonar o para resolver problemas.
- Dificultad para manejar tareas complejas.
- Dificultad para planificar y organizar.
- Dificultad con la coordinación y las funciones motoras.
- Confusión y desorientación.
Cambios psicológicos
- Cambios en la personalidad.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Comportamiento inapropiado.
- Paranoia.
- Agitación.
- Alucinaciones.
Cuándo consultar al médico
Consulta a un médico si tú o un ser querido tiene problemas con la memoria u otros síntomas de demencia. Algunas afecciones médicas tratables pueden causar síntomas de demencia, por lo que es importante determinar la causa preexistente.
Causas
La demencia es causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. En función del área del cerebro afectada por el daño, la demencia puede tener un impacto diferente en las personas y provocar diferentes síntomas.
Las demencias a menudo se agrupan por lo que tienen en común, como la proteína o proteínas depositadas en el cerebro o la parte del cerebro que se ve afectada. Algunas enfermedades se parecen a las demencias, como las que se producen por una reacción a medicamentos o deficiencias vitamínicas, y podrían mejorar con el tratamiento.
Tipos de demencia
Enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia.
Aunque no se conocen todas las causas de la enfermedad de Alzheimer, los expertos saben que un pequeño porcentaje está relacionado con mutaciones de tres genes, que pueden transmitirse de padres a hijos. Si bien son varios los genes diferentes que probablemente están involucrados en la enfermedad de Alzheimer, un gen importante que aumenta el riesgo es la apolipoproteína E4 (APOE).
Los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen placas y ovillos en el cerebro. Las placas son grupos de una proteína llamada beta amiloide, y los ovillos son ovillos fibrosos compuestos de proteína tau. Se cree que estos grupos dañan las neuronas sanas y las fibras que las conectan.
Otros factores genéticos podrían hacer más probable el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Demencia vascular. Este segundo tipo más común de demencia es causado por el daño a los vasos que suministran sangre al cerebro. Los problemas de los vasos sanguíneos pueden causar accidentes cerebrovasculares o dañar el cerebro de otras maneras, como al dañar las fibras de la materia blanca del cerebro. Los síntomas más comunes de la demencia vascular incluyen dificultades para resolver problemas, lentitud del pensamiento, concentración y organización. Estos tienden a ser más notorios que la pérdida de memoria.
Demencia con cuerpos de Lewy. Los cuerpos de Lewy son grupos anormales de proteínas en forma de globo que se han encontrado en el cerebro de personas que tienen demencia con cuerpos de Lewy, enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson. Este es uno de los tipos más comunes de demencia progresiva. Los signos y síntomas comunes incluyen actuar físicamente los sueños durante el sueño, ver cosas que no existen (alucinaciones visuales) y problemas con la concentración y la atención. Otros signos incluyen movimientos lentos o descoordinados, temblores y rigidez (parkinsonismo).
Demencia frontotemporal. Este es un grupo de enfermedades caracterizadas por la ruptura (degeneración) de las células nerviosas y sus conexiones en los lóbulos frontal y temporal del cerebro, las áreas generalmente asociadas con la personalidad, el comportamiento y el lenguaje. Los síntomas comunes afectan el comportamiento, la personalidad, el pensamiento, el juicio, el lenguaje y el movimiento.
Demencia debida a enfermedad de Parkinson. Muchas personas con la enfermedad de Parkinson eventualmente presentan síntomas de demencia (demencia por la enfermedad de Parkinson).
Demencia mixta. Los estudios de la autopsia del cerebro de personas de 80 años o más que tenían demencia indican que muchos tenían una combinación de varias causas, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular y la demencia con cuerpos de Lewy. Se están realizando estudios para determinar la forma en que el hecho de tener demencia mixta afecta los síntomas y los tratamientos.
Factores de riesgo
Factores de riesgo que no se pueden cambiar
- La edad: El riesgo aumenta a medida que envejeces, especialmente después de los 65 años. Sin embargo, la demencia no es una parte normal del envejecimiento y puede ocurrir en personas más jóvenes.
- Antecedentes familiares: Tener antecedentes familiares de demencia te pone en mayor riesgo de presentar la afección. Sin embargo, muchas personas con antecedentes familiares nunca presentan síntomas y muchas personas sin antecedentes familiares sí lo hacen, pero hay exámenes para determinar si tienes ciertas mutaciones genéticas.
- Síndrome de Down: Hacia la mediana edad, muchas personas con síndrome de Down presentan la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano.
Factores de riesgo que se pueden cambiar
- Dieta y ejercicio: Las investigaciones demuestran que la falta de ejercicio aumenta el riesgo de demencia. Así mismo, las investigaciones indican una mayor incidencia de demencia en las personas que tienen una dieta poco saludable en comparación con las que siguen una dieta de estilo mediterráneo con alto contenido de frutas y verduras, granos enteros, frutos secos y semillas.
- Consumo excesivo de alcohol: Si bebes grandes cantidades de alcohol, podrías tener un riesgo más alto de demencia. Aunque algunos estudios han demostrado que cantidades moderadas de alcohol podrían tener un efecto protector. los resultados son inconsistentes. La relación entre las cantidades moderadas de alcohol y el riesgo de demencia no se comprende bien.
- Factores de riesgo cardiovascular: Estos incluyen presión arterial alta, colesterol alto, acumulación de grasas en las paredes arteriales y obesidad.
- Diabetes: Tener diabetes puede aumentar el riesgo de demencia, especialmente si está mal controlada.
- Tabaquismo: Fumar podría aumentar el riesgo de desarrollar demencia y enfermedades de los vasos sanguíneos.
- Deficiencias vitamínicas y nutricionales: Los niveles bajos de vitamina D, vitamina B-6, vitamina B-12 y folato pueden aumentar el riesgo de demencia.
Complicaciones
La demencia puede afectar muchos sistemas del cuerpo y, por lo tanto, la capacidad de funcionar. La demencia puede provocar lo siguiente:
- Mala nutrición: Muchas personas con demencia eventualmente reducen la ingesta de alimentos o dejan de comer, lo que afecta su consumo de nutrientes. En última instancia, es posible que no puedan masticar y tragar.
- Neumonía: La dificultad para tragar aumenta el riesgo de asfixia o de aspirar alimentos a los pulmones, lo cual puede bloquear la respiración y causar neumonía.
- Incapacidad para realizar tareas de cuidado personal: A medida que la demencia progresa, puede interferir en tareas, como el baño, vestirse, cepillarse el cabello o los dientes, usar el baño de manera independiente y tomar los medicamentos con precisión.
- Problemas de seguridad personal: Algunas situaciones cotidianas pueden presentar problemas de seguridad para las personas con demencia, como conducir, cocinar y caminar solas.
- Muerte: La demencia en etapa avanzada puede ocasionar el estado de coma y la muerte, a menudo por infección.
Prevención
- Mantén tu mente activa. Las actividades mentalmente estimulantes, como leer, resolver crucigramas o juegos de palabras, y la ejercitación de la memoria podrían retrasar la aparición de la demencia y disminuir sus efectos.
- Realiza actividad física y social. La actividad física y la interacción social pueden retrasar la aparición de la demencia y reducir sus síntomas. Muévete más y procura hacer 150 minutos de ejercicio por semana.
- Deja de fumar. Algunos estudios han demostrado que fumar en la edad madura o en la vejez puede aumentar el riesgo de padecer demencia y trastornos (vasculares) de los vasos sanguíneos. Dejar de fumar puede reducir los riesgos y mejorará la salud.
- Consume la cantidad suficiente de vitaminas. Algunas investigaciones sugieren que las personas con bajos niveles de vitamina D en la sangre son más propensas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. Puedes obtener vitamina D a través de ciertos alimentos, ciertos suplementos y la exposición al sol.
Se necesitan más estudios antes de recomendar un aumento en la ingesta de vitamina D para prevenir la demencia, pero es conveniente que te asegures de obtener la cantidad adecuada de vitamina D. También puede ser útil tomar diariamente una vitamina del complejo B y vitamina C.
- Controla los factores de riesgo cardiovascular. Trata la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y el índice de masa corporal (IMC) alto. La presión arterial alta podría llevar a un mayor riesgo de padecer algunos tipos de demencia. Se necesita más investigación para determinar si el tratamiento de la hipertensión arterial puede reducir el riesgo de demencia.
- Trata los trastornos de salud. Visita a tu médico regularmente. No esperes que los problemas de salud se agraven.
- Sigue una dieta saludable. Mantener una dieta saludable es importante por muchas razones, pero una dieta como la mediterránea, rica en frutas, verduras, granos enteros y ácidos grasos omega-3, que se encuentran comúnmente en ciertos pescados y en las nueces, podría promover la salud y reducir el riesgo de desarrollar demencia. Este tipo de dieta también mejora la salud cardiovascular, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de demencia. Trata de comer pescado graso, como el salmón, tres veces por semana y un puñado diario de nueces, especialmente almendras y nueces.
- Procura una buena calidad de sueño Practica una buena higiene del sueño y consulta al médico si tienes ronquido fuerte o períodos en los que dejas de respirar o jadeas durante el sueño.
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Trastorno de ansiedad por enfermedad
Descripción general
El trastorno de ansiedad por enfermedad, a veces denominado hipocondriasis o ansiedad por la salud, implica preocuparse excesivamente por tener o poder contraer una enfermedad grave. Es posible que no tengas síntomas físicos. O bien, puedes creer que las sensaciones corporales normales o los síntomas menores son signos de una enfermedad grave, aunque un examen médico exhaustivo no revele una enfermedad grave.
Puedes experimentar ansiedad extrema y relacionar sensaciones corporales, como contracciones musculares o fatiga, con una enfermedad grave específica. Esta ansiedad excesiva, más que el síntoma físico en sí mismo, ocasiona una angustia intensa que puede afectar tu vida.
El trastorno de ansiedad por enfermedad es un trastorno a largo plazo cuya gravedad puede fluctuar. Puede aumentar con la edad o durante los momentos de estrés. Pero el asesoramiento psicológico (psicoterapia) y, a veces, los medicamentos, pueden ayudar a aliviar tus preocupaciones.
Síntomas
Los síntomas del trastorno de ansiedad por enfermedad implican preocupación por la idea de estar gravemente enfermo, a partir de sensaciones corporales normales (como ruidos en el estómago) o síntomas menores (como una erupción cutánea menor). Entre los signos y síntomas pueden encontrarse los siguientes:
- Estar preocupado por tener o por contraer una enfermedad o trastorno grave
- Preocuparte por el hecho de que los síntomas menores o las sensaciones corporales signifiquen que tienes una enfermedad grave
- Preocuparte con facilidad por tu estado de salud
- Tener una sensación de tranquilidad muy leve o nula tras la consulta al médico o tras obtener resultados negativos en las pruebas
- Preocuparte excesivamente por una enfermedad específica o por el riesgo de tener una enfermedad que está presente en tu familia
- Angustiarte demasiado por posibles enfermedades en las que te resulte difícil desenvolverte
- Examinarte el cuerpo en forma reiterada para detectar signos de enfermedad
- Asistir a consultas médicas con frecuencia para tranquilizarte o evitar la atención médica por miedo a que te diagnostiquen una enfermedad grave
- Evitar personas, lugares o actividades por miedo a los riesgos de salud
- Hablar constantemente sobre tu salud y sobre posibles enfermedades
- Buscar constantemente en internet las causas de síntomas o posibles enfermedades
Cuándo debes consultar a un médico
Ya que los síntomas pueden estar relacionados con problemas de salud, es importante que te evalúe un proveedor de atención médica si aún no te ha visto. Si el profesional considera que es posible que tengas trastorno de ansiedad por enfermedad, puede derivarte a un profesional de salud mental.
El cuidado de un ser querido
Un nivel importante de ansiedad puede provocar una angustia real para la persona, y el consuelo no siempre resulta útil. A veces brindar consuelo puede empeorar la situación. Esto puede ser frustrante y causar estrés en las familias y en las relaciones. Alienta a tu ser querido a que considere la posibilidad de que lo deriven a un profesional de salud mental para aprender formas de afrontar el trastorno de ansiedad por enfermedad.
Causas
La causa exacta del trastorno de ansiedad por enfermedad no se conoce con certeza, pero los siguientes factores pueden cumplir una función:
- Creencias. Es posible que tengas dificultad para tolerar la incertidumbre sobre sensaciones molestas o inusuales. Esto puede hacer que malinterpretes que todas las sensaciones del cuerpo son serias, entonces buscas pruebas para confirmar que tienes una enfermedad seria.
- Familia. Es posible que tengas más probabilidad de tener ansiedad por enfermedad si tus padres se preocupan mucho por su salud o tu salud.
- Experiencia pasada. Es posible que hayas tenido una experiencia con una enfermedad seria de niño y que las sensaciones físicas te asusten.
Factores de riesgo
El trastorno de ansiedad por enfermedad suele comenzar al principio o a mediados de la adultez y puede empeorar con la edad. Con frecuencia en personas mayores, la ansiedad relacionada con la salud puede centrarse en el miedo de perder la memoria.
Entre los factores de riesgo para el trastorno de ansiedad por enfermedad se pueden incluir los siguientes:
- Un momento de mayor estrés en la vida
- Riesgo de una enfermedad seria que termina no siendo seria •Antecedentes de abuso sexual durante la niñez
- Una enfermedad seria durante la infancia o un padre con una enfermedad seria
- Características de personalidad, como tendencia a preocuparseUso excesivo de internet relacionado con la salud
Complicaciones
El trastorno de ansiedad puede estar asociado con lo siguiente:
- Problemas familiares o en las relaciones debido a que la preocupación excesiva puede frustrar a otras personas
- Problemas de desempeño relacionados con el trabajo o inasistencias excesivas
- Problemas para desenvolverse en la vida diaria, los cuales incluso pueden provocar una discapacidad
- Problemas financieros debido al exceso de consultas de cuidado de la salud y gastos médicos
- Tener otro trastorno de salud mental, como trastorno somatomorfo, otros trastornos de ansiedad, depresión o un trastorno de la personalidad
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Trastornos psicosomáticos
Descripción general
En el trastorno somatomorfo, hay un foco importante en los síntomas físicos, como dolor o fatiga, hasta el punto en que causa una gran angustia emocional y problemas para desenvolverse en la vida diaria. Puedes o no tener otra enfermedad asociada con estos síntomas, pero tu reacción a los síntomas no es normal.
A menudo, piensas lo peor acerca de tus síntomas y haces consultas frecuentes con el médico, ya que continúas buscando una explicación, aun cuando se han descartado otras enfermedades graves. Los problemas de salud pueden convertirse en un foco tan importante de tu vida que te resulte difícil desenvolverte, lo que en ocasiones puede llevar a la discapacidad.
Si tienes un trastorno somatomorfo, es posible que padezcas una gran angustia física y emocional. El tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas, ayudarte a enfrentarlos y mejorar tu calidad de vida.
Síntomas
Las características de los síntomas del trastorno somatomorfo pueden ser las siguientes:
- Son sensaciones específicas, como dolor o dificultad para respirar, o síntomas más generales, como cansancio o debilidad
- No están relacionados con una causa médica identificable, o se relacionan con un trastorno médico como el cáncer o la enfermedad cardíaca pero son más importantes de lo que se espera
- Son síntomas únicos, múltiples o variables
- Son leves, moderados o graves
El dolor es el síntoma más frecuente, pero cualquiera sean los síntomas, existen pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con tales síntomas, que pueden causar problemas importantes, dificultar la funcionalidad o, en ocasiones, incapacitar.
Estos pensamientos, sentimientos y comportamientos pueden tener las siguientes características:
- Preocupación constante sobre posibles enfermedades
- Interpretación de sensaciones físicas normales como signos de enfermedades físicas graves
- Temor sobre la gravedad de los síntomas, aún sin que exista evidencia
- Pensamientos sobre la amenaza o daño que representan las sensaciones físicas Sensación de que la evaluación o el tratamiento médico no han sido adecuados
- Temor de que la actividad física pueda causar daños al cuerpo
- Revisión repetitiva del cuerpo en busca de anomalías
- Consultas frecuentes al médico que no eliminan las preocupaciones o que las empeoran
- Ausencia de respuesta al tratamiento médico o sensibilidad inusual a los efectos secundarios de los medicamentos
- Afectación más intensa de la esperada para el trastorno médico
- En el caso del trastorno somatomorfo, cobra más importancia que los síntomas físicos que se tengan, la forma en que se interpretan, la reacción que provocan y el efecto que tienen sobre la vida cotidiana.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Ya que los síntomas físicos pueden estar relacionados con problemas médicos, es importante recibir la evaluación del proveedor principal de atención médica si no estás seguro de qué causa los síntomas. Si el proveedor principal de atención médica cree que tienes trastorno somatomorfo, quizás te derive con un profesional de la salud mental.
El cuidado de un ser querido
Cuando se producen los síntomas físicos que se consideran trastorno somatomorfo, puede ser difícil aceptar que se ha eliminado una enfermedad potencialmente mortal como la causa. Los síntomas causan una angustia real para la persona y el consuelo no siempre resulta útil. Anima a tu ser querido a considerar la derivación con un profesional de la salud mental para aprender formas de enfrentar las reacciones a los síntomas y las incapacidades que provocan.
La incapacidad física puede hacer que la persona se haga dependiente, y necesite atención física y apoyo emocional adicional, lo que puede resultar agotador para la persona responsable del cuidado y generar estrés a las familias y las relaciones. Si te sientes abrumado por tu papel como persona responsable del cuidado, quizás necesites hablar con un profesional de la salud mental para hablar sobre tus propias necesidades.
Causas
La causa exacta del trastorno de síntomas somáticos no es clara, pero cualquiera de estos factores puede influir:
- Factores genéticos y biológicos, como mayor sensibilidad al dolor
- Influencia familiar, que puede ser genética, ambiental o ambas
- Rasgo de negatividad en la personalidad, que puede impactar en la forma en que identificas y percibes la enfermedad y los síntomas corporales
- Menor percepción de las emociones o problemas para procesarlas, lo que provoca que el foco sea los síntomas físicos en lugar de los problemas emocionales
- Conducta aprendida, por ejemplo, la atención y otros beneficios obtenidos luego de haber padecido una enfermedad; o las «conductas de dolor» en respuesta a síntomas, como evitar excesivamente la actividad, lo cual puede aumentar tu nivel de discapacidad
Factores de riesgo
- Sentir ansiedad o depresión
- Tener una enfermedad o estar recuperándose de una enfermedad •Estar en riesgo de padecer una enfermedad, por ejemplo, tener antecedentes familiares importantes de una enfermedad
- Vivir sucesos estresantes, traumas o violencia
- Haber vivido traumas en el pasado, como abuso sexual infantil
- Tener un nivel de educación o socioeconómico bajos
Complicaciones
El trastorno de síntomas somáticos puede asociarse con lo siguiente:
- Salud deficiente
- Problemas para desenvolverse en la vida diaria, entre ellos, discapacidad física
- Problemas con las relaciones
- Problemas en el trabajo o desempleo
- Otros trastornos mentales, como ansiedad, depresión o trastornos de personalidad
- Aumento del riesgo de suicidio relacionado con depresión
- Problemas económicos debido a exceso de consultas para el cuidado de la salud
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Síndrome de fatiga crónica
Descripción general
El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.
La causa del síndrome de fatiga crónica es desconocida, aunque existen muchas teorías, que van de las infecciones virales al estrés psicológico. Algunos expertos creen que el síndrome de fatiga crónica puede desencadenarse por una combinación de factores.
Ninguna prueba individual puede confirmar un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica. Es posible que necesites una variedad de pruebas médicas para descartar otros problemas de salud que tienen síntomas similares. El tratamiento del síndrome de fatiga crónica se centra en el alivio de los síntomas.
Síntomas
- Fatiga
- Pérdida de memoria o concentración
- Dolor de garganta
- Agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello o las axilas
- Dolor articular o muscular sin causa aparente
- Dolores de cabeza
- Sueño no reparador
- Agotamiento extremo que dura más de 24 horas después de realizar ejercicio físico o mental
¿Cuándo consultar al médico?
La fatiga puede ser síntoma de distintas enfermedades, como infecciones o trastornos psicológicos. En general, consulta con el médico si experimentas fatiga persistente o excesiva.
Causas
Las personas que tienen síndrome de fatiga crónica parecen ser hipersensibles incluso a cantidades normales de ejercicio y actividad.
Todavía se desconoce el motivo por el cual esto ocurre en algunas personas y en otras no. Es posible que algunas personas nazcan con una predisposición al trastorno que después se desencadena por una combinación de factores. Los posibles desencadenantes comprenden:
- Infecciones virales.
- Problemas del sistema inmunitario.
- Desequilibrios hormonales.
Complicaciones
Las posibles complicaciones del síndrome de fatiga crónica comprenden:
- Depresión
- Aislamiento social
- Restricciones en el estilo de vida
- Aumento en las ausencias laborales
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Estrés Crónico
Descripción general
Aunque el estrés es una respuesta natural del organismo a situaciones puntuales que suponen una novedad, un desafío o incluso un trauma, cuando esta respuesta se mantiene de forma prolongada en el tiempo se llega a una situación clínica a la que se denomina estrés crónico y puede tener importantes consecuencias para la salud física y mental de quien lo sufre. Ejemplos de este tipo de estrés son el síndrome del trabajador quemado, la depresión de los parados de larga duración, el que se asocia a los problemas económicos familiares, etc.
Las causas del estrés crónico pueden ser numerosas, pero básicamente puede decirse que son aquellas situaciones no resueltas que se mantienen durante semanas, meses e incluso años sin tratar de buscar una solución al problema que lo genera.
Si el estrés no se controla se llega alcanzar un nivel de ansiedad patológico que ocasiona importantes trastornos en el organismo:
- Aumento de la frecuencia cardiaca.
- Hipertensión arterial.
- Diabetes.
- Obesidad.
- Eczemas.
- Problemas menstruales.
- Alteraciones del sueño.
- Estreñimiento.
- Diarrea.
- Dolores de cabeza.
- Disfunciones sexuales.
- Irritabilidad.
- Cambios de humor.
- Fatiga.
- Sensación de debilidad.
- Dificultad para respirar.
- Problemas de memoria.
- Cansancio.
- Ataques de pánico.
- Debilitamiento del sistema inmune y, por tanto, facilidad para contraer infecciones.
Riesgo de enfermedades
El estrés crónico produce un desgaste físico y emocional que puede llevar a sufrir enfermedades graves, tales como accidentes cardiovasculares, ictus, depresión e incluso cáncer, como evidencian recientes estudios realizados en Estados Unidos. En el caso de la depresión, la tendencia suicida o la violencia son dos posibilidades que pueden estar presentes si no se trata adecuadamente.
El problema fundamental en relación al estrés crónico es que está infradiagnosticado, ya que es frecuente que quien lo padece se habitúe a él y no acuda al médico pese a los síntomas evidentes. En tales casos, sólo cuando el organismo llega al límite y se produce un ataque de pánico, un infarto cualquier otro aviso de esta índole se llega a identificar el estrés crónico como agente causal.
Tratamiento del estrés crónico
El tratamiento del estrés crónico conlleva la necesidad de un cambio radical del estilo de vida. A veces, es posible resolver una situación de este tipo resolviendo el problema que lo genera: cambiando de trabajo, divorciándose, etc. Pero no siempre es posible, como sucede con los parados de larga duración, las familias sin recursos económicos o similares.
En algunos casos, el realizar cambios en los hábitos de vida, como cuidar la alimentación, practicar ejercicio físico regularmente, dedicar tiempo al ocio y a salir con los amigos, buscar modos y momentos para la relajación o prácticas similares puede ser muy efectivo para superar el estrés crónico. Pero muchas otras el desgaste emocional y los síntomas iniciales de una depresión deben llevar a pensar en la conveniencia de buscar apoyo psicológico y someterse a terapia.
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Trastorno de estrés postraumático
Descripción general
El trastorno de estrés postraumático es una enfermedad de salud mental desencadenada por una situación aterradora, ya sea que la hayas experimentado o presenciado. Los síntomas pueden incluir reviviscencias, pesadillas y angustia grave, así como pensamientos incontrolables sobre la situación.
Muchas personas que pasan por situaciones traumáticas quizás tengan dificultad temporaria para adaptarse y afrontarlas, pero con el tiempo y el autocuidado generalmente mejoran. Si los síntomas empeoran, duran meses e incluso años, e interfieren con tus actividades diarias, es posible que tengas trastorno de estrés postraumático.
Obtener un tratamiento efectivo después de que se manifiesten los síntomas de trastorno de estrés postraumático puede ser esencial para reducir los síntomas y mejorar el funcionamiento.
Síntomas
Los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT) pueden comenzar dentro de un mes de un suceso traumático, pero a veces pueden no aparecer hasta años después. Estos síntomas ocasionan considerables problemas en situaciones sociales o laborales y en las relaciones. También pueden interferir con tu capacidad de hacer tus tareas normales de todos los días.
Los síntomas del trastorno de estrés postraumático por lo general se agrupan en cuatro tipos: recuerdos intrusivos, evasión, cambios en el pensamiento y en los estados de ánimo, y cambios en las reacciones físicas y emocionales. Los síntomas pueden variar con el paso del tiempo o según la persona.
Recuerdos intrusivos
Los síntomas de los recuerdos intrusivos pueden ser:
- Recuerdos recurrentes, involuntarios y angustiantes del hecho traumático
- Revivir el hecho traumático como si estuviera sucediendo otra vez (reviviscencia)
- Sueños perturbadores o pesadillas acerca del hecho traumático
- Angustia emocional grave o reacciones físicas a las cosas que te recuerdan el suceso traumático
Evasión
Los síntomas de la evasión pueden ser:
- Tratar de evitar pensar o hablar acerca del suceso traumático
- Evitar lugares, actividades o personas que te recuerden el suceso traumático
Cambios negativos en el pensamiento y en los estados de ánimo
Los síntomas de los cambios en el pensamiento y en el estados de ánimo pueden ser:
- Pensamientos negativos sobre ti mismo, otras personas, o el mundo en general
- Desesperanza acerca del futuro
- Problemas de memoria, incluso no recordar aspectos importantes del suceso traumático
- Dificultad en mantener relaciones cercanas
- Sentirte distanciado de tus familiares y de tus amigos
- Falta de interés en las actividades que antes te gustaban
- Dificultad para sentir emociones positivas
- Sentirte emocionalmente insensible
Cambios en reacciones físicas y emocionales
Los síntomas de los cambios en las reacciones físicos y emocionales (también llamados síntomas de excitación) pueden ser:
- Asombrarte o asustarte fácilmente
- Estar siempre alerta al peligro
- Conducta autodestructiva, como por ejemplo beber en exceso o conducir demasiado rápido
- Trastornos del sueño
- Dificultad en concentrarte
- Irritabilidad, arrebatos de ira o conducta agresiva
- Sentimientos abrumadores de culpa o vergüenza
En los niños de 6 años y menores, los signos y síntomas también pueden incluir:
- Recrear el evento traumático o aspectos de este a través del juego
- Sueños aterradores que podrían o no incluir aspectos del evento traumático
Intensidad de los síntomas
Con el tiempo, los síntomas del trastorno de estrés postraumático pueden variar en intensidad. Puedes tener más síntomas de trastorno de estrés postraumático cuando estás estresado en general o cuando te encuentras con cosas que te recuerdan lo que atravesaste. Por ejemplo, puedes escuchar el petardeo de un auto y revivir experiencias de combate. O puedes ver un informe en las noticias acerca de una agresión sexual y sentirte abrumado por los recuerdos de tu propia agresión.
¿Cuándo consultar con el médico?
Si tienes pensamientos y sentimientos perturbadores acerca de una situación traumática durante más de un mes, si son graves, o si sientes que tienes problemas en retomar el control de tu vida, habla con un profesional del cuidado de la salud. Consigue un tratamiento cuanto antes para evitar que los síntomas del trastorno de estrés postraumático empeoren.
Si tienes pensamientos suicidas
Si estás teniendo pensamientos suicidas o los tiene alguien que conoces, busca ayuda inmediatamente a través de uno o más de estos recursos:
- Habla con un amigo íntimo o un ser querido.
- Ponte en contacto con un sacerdote, un pastor, un líder espiritual o alguien de tu comunidad religiosa.
- Llama a un número directo de suicidio. En Cartagena llama al 125.
- Pide una consulta con tu médico o un especialista en salud mental
Causas
Puedes presentar trastorno de estrés postraumático cuando sufres, ves o te enteras de un acontecimiento que implique la realidad o la amenaza de muerte, lesiones graves o violación sexual.
Los médicos no están seguros de la razón por la que algunas personas presentan el trastorno de estrés postraumático. Al igual que con muchos problemas de salud mental, el trastorno de estrés postraumático probablemente sea causado por una combinación compleja de:
- Experiencias estresantes, entre ellas la cantidad y gravedad de los traumas que hayas atravesado en tu vida
- Riesgos de problemas mentales hereditarios, tales como un riesgo elevado de sufrir ansiedad y depresión
- Características hereditarias de la personalidad —a menudo denominada temperamento
- La forma en la que el cerebro regula las sustancias químicas y las hormonas que el organismo libera en respuesta al estrés
Tipos de situaciones traumáticas
Las más frecuentes que provocan la aparición del trastorno de estrés postraumático son:
- Exposición al combate
- Maltrato físico durante la infancia
- Violencia sexual
- Agresión física
- Ser amenazado con un arma
- Un accidente
Muchas otras situaciones traumáticas también pueden provocar trastorno de estrés postraumático, como incendios, desastres naturales, asaltos, robos, accidentes aéreos, torturas, secuestros, diagnósticos médicos con riesgo de vida, ataques terroristas y otras situaciones extremas o probablemente mortales.
Complicaciones
Este trastorno puede alterar tu vida entera: tu trabajo, tus relaciones, tu salud, y el goce de las actividades diarias.
Tener trastorno de estrés postraumático también aumenta el riesgo de sufrir otros problemas de salud mental, como:
- Depresión y ansiedad
- Problemas con el consumo de drogas y alcohol
- Trastornos de alimentación
- Pensamientos y acciones suicidas
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Trastorno de ansiedad generalizada
Descripción general
Es normal sentirse ansioso en algunos momentos, en especial, si tu vida es estresante. Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas y continuas que son difíciles de controlar e interfieren en las actividades diarias pueden ser signo de un trastorno de ansiedad generalizada.
Es posible padecer un trastorno de ansiedad generalizada en la niñez o en la edad adulta. El trastorno de ansiedad generalizada tiene síntomas similares a los del trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo y otros tipos de ansiedad, pero todas son enfermedades diferentes.
Vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un desafío de largo plazo. En muchos casos, se produce junto con otros trastornos de ansiedad o emocionales. En la mayoría de los casos, el trastorno de ansiedad generalizada mejora con psicoterapia o medicamentos. También puede ser útil hacer cambios en el estilo de vida, aprender a hacer frente a desafíos o situaciones y practicar técnicas de relajación.
Puede haber momentos en que las preocupaciones no te consumen por completo, pero de todos modos te sientes ansioso aunque no haya motivos evidentes. Por ejemplo, podrías sentir una gran preocupación sobre tu seguridad o la seguridad de tus seres queridos, o tal vez sientas que algo malo está por sucederte.
Tu ansiedad, tu preocupación y los síntomas físicos te provocan angustia considerable en situaciones sociales, laborales y en otros ámbitos de tu vida. Las preocupaciones pueden cambiar de una inquietud a otra, y pueden variar según el momento y la edad.
Síntomas
Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden variar. Algunos de ellos son los siguientes:
- Preocupación o ansiedad persistentes por determinados asuntos que son desproporcionados en relación con el impacto de los acontecimientos
- Pensar demasiado los planes y las soluciones a todos los peores resultados posibles
- Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, incluso cuando no lo son
- Dificultad para lidiar con situaciones de incertidumbre
- Temperamento indeciso y miedo a tomar la decisión equivocada
- Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación
- Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de excitación o de estar al límite
- Dificultad para concentrarse, o sensación de que la mente se «pone en blanco»
Los signos y síntomas físicos pueden ser los siguientes:
- Fatiga
- Trastornos del sueño
- Tensión muscular o dolores musculares
- Temblor, agitación
- Nerviosismo o tendencia a los sobresaltos
- Sudoración
- Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable
- Irritabilidad
Síntomas en los niños y adolescentes
Los niños y los adolescentes pueden tener preocupaciones similares a las de los adultos, pero también pueden preocuparse en exceso por lo siguiente:
- Desempeño en la escuela o en eventos deportivos
- Seguridad de los familiares
- Llegar a tiempo (puntualidad)
- Terremotos, guerras nucleares y otras situaciones catastróficas
Un niño o adolescente con preocupación excesiva puede manifestar lo siguiente:
- Sentirse demasiado ansioso por tratar de integrarse
- Ser un perfeccionista
- Volver a hacer algunas tareas porque no salieron perfectas la primera vez
- Pasar demasiado tiempo haciendo las tareas de la escuela
- Carecer de confianza
- Esforzarse para obtener la aprobación
- Exigir demasiada atención sobre su desempeño
- Tener dolores de estómago frecuentes u otros síntomas físicos
- Evitar ir a la escuela o evitar situaciones sociales
Cuándo consultar al médico
Un poco de ansiedad es normal, pero consulta con el médico en los siguientes casos:
- Sientes que te preocupas demasiado y eso interfiere en tu trabajo, tus relaciones u otros aspectos de tu vida
- Te sientes deprimido o irritable, tienes problemas con el alcohol o con las drogas, o tienes otros problemas de salud mental además de la ansiedad
- Si tienes conductas o pensamientos suicidas, busca atención de urgencia de inmediato
- Es poco probable que tus preocupaciones desaparezcan solas e, incluso, pueden empeorar con el tiempo. Trata de buscar ayuda de un profesional antes de que la ansiedad se agrave. Puede ser más fácil tratarla al comienzo.
Causas
Como sucede con muchas enfermedades mentales, la causa del trastorno de ansiedad generalizada probablemente surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales, que pueden incluir los siguientes:
- Diferencias en la química y la función del cerebro
- Genética
- Diferencias en la forma de percibir las amenazas
- Desarrollo y personalidad
- Factores de riesgo
A las mujeres se les diagnostica trastorno de ansiedad generalizada de manera un poco más frecuente que a los hombres.
Complicaciones
Tener trastorno de ansiedad generalizada puede ser incapacitante. Este puede:
- Afectar tu capacidad de realizar ciertas tareas de manera rápida y eficiente, porque te cuesta concentrarte
- Quitarte tiempo y hacer que no te concentres en otras actividades
- Reducir tu energía
- Aumentar el riesgo de que sufras depresión
El trastorno de ansiedad generalizada también puede provocar o empeorar otras afecciones físicas, tales como las siguientes:
- Problemas digestivos o intestinales, como el síndrome del intestino irritable o úlceras
- Dolores de cabeza y migrañas
- Dolor y enfermedad crónicos
- Problemas para dormir e insomnio
- Problemas del corazón
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Trastorno de pánico
Descripción general
Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente. Los ataques de pánico pueden provocar mucho miedo. Cuando se presenta un ataque de pánico, puedes sentir que estás perdiendo el control, que estás teniendo un ataque cardíaco o, incluso, que vas a morir.
Muchas personas tienen solo uno o dos ataques de pánico en toda su vida, y el problema quizás desaparece cuando se resuelve una situación estresante. Sin embargo, si tienes ataques de pánico inesperados y recurrentes, y pasas mucho tiempo con miedo constante de sufrir otro ataque, es probable que tengas una afección llamada «trastorno de pánico».
A pesar de que los ataques de pánico en sí mismos no ponen en riesgo la vida, pueden provocar mucho miedo y afectar, de manera significativa, tu calidad de vida. Sin embargo, el tratamiento puede ser muy eficaz.
Síntomas
Los ataques de pánico suelen comenzar de forma súbita, sin advertencia. Pueden aparecer en cualquier momento: cuando estás conduciendo, en un centro comercial, cuando estás profundamente dormido o en medio de una reunión de negocios. Puedes tener ataques de pánico ocasionales o con frecuencia.
Los ataques de pánico tienen muchas variantes, pero los síntomas suelen alcanzar su punto máximo en cuestión de minutos. Después de que el ataque de pánico desaparece, puedes sentirte fatigado y exhausto.
Los ataques de pánico pueden aparecer de forma repentina y sin previo aviso la primera vez, pero con el paso del tiempo, generalmente se desencadenan a causa de ciertas situaciones.
Algunas investigaciones sugieren que la reacción natural de nuestro cuerpo de luchar o huir ante el peligro está relacionada con los ataques de pánico. Por ejemplo, si un oso pardo te persiguiera, tu cuerpo reaccionaría de forma instintiva. La frecuencia cardíaca y la respiración se acelerarían ya que tu cuerpo se prepara para una situación potencialmente fatal. Muchas de las mismas reacciones suceden en un ataque de pánico. Pero se desconoce por qué ocurren los ataques de pánico cuando no hay un peligro evidente.
Signos y síntomas:
- Sensación de peligro o fatalidad inminente
- Miedo a perder el control o a la muerte
- Taquicardia y palpitaciones
- Sudor
- Temblores o sacudidas
- Falta de aliento u opresión en la garganta
- Escalofríos
- Sofocos
- Náuseas
- Calambres abdominales
- Dolor en el pecho
- Dolor de cabeza
- Mareos, sensación de desvanecimiento o desmayos
- Sensación de entumecimiento u hormigueo
- Sentimientos de irrealidad o desconexión
Uno de los peores aspectos de los ataques de pánico es el miedo intenso a que se repitan. Ese miedo puede ser tan fuerte que puede hacerte evitar determinadas situaciones en las que podrían ocurrir.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Si tienes síntomas de ataque de pánico, busca ayuda médica lo más rápido posible. Si bien los ataques de pánico son sumamente incómodos, no son peligrosos. Sin embargo, son difíciles de controlar por cuenta propia y pueden empeorar si no se tratan.
Los síntomas de los ataques de pánico pueden ser similares a los de otros problemas de salud graves, como un ataque cardíaco, por lo que es importante que el proveedor de atención médica te evalúe si no estás seguro de qué está causando tus síntomas.
Causas
Se desconoce la causa de los ataques de pánico o del trastorno de pánico pero estos factores pueden influir:
- La genética
- Un alto nivel de estrés
- Un carácter que es más sensible al estrés y proclive a las emociones displacenteras.
- Ciertos cambios en la manera en que funcionan las partes del cerebro
Complicaciones
Si no se tratan, los ataques y el trastorno de pánico pueden afectar casi todas las áreas de tu vida. Es posible que tengas tanto miedo de tener más ataques de pánico que vivas en un estado constante de miedo, lo que arruina la calidad de vida.
Los ataques de pánico pueden provocar o estar relacionados con las siguientes complicaciones:
- Manifestación de fobias específicas, como miedo a conducir o salir de tu casa
- Atención médica frecuente por preocupaciones de salud y otras enfermedades
- Rechazo de situaciones sociales
- Problemas en la casa y en la escuela
- Depresión, trastorno de ansiedad y otros trastornos psiquiátricos
- Riesgo elevado de suicidio o pensamientos suicidas
- Consumo inadecuado de alcohol u otras sustancias
- Problemas económicos
Para algunas personas, el trastorno de pánico puede comprender la agorafobia, que consiste en evitar los lugares o situaciones que provocan ansiedad por miedo a no ser capaz de escapar u obtener ayuda si sufres un ataque de pánico. O puedes volverte dependiente de otras personas para que te acompañen si sales de tu casa.
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Trastorno Obsesivo Compulsivo
Descripción general
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tiene un patrón de pensamientos y miedos irracionales (obsesiones) que te hacen tener comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan mucha angustia.
Tal vez intentes ignorar o detener tus obsesiones, pero eso solo aumenta la angustia y la ansiedad. En última instancia, sientes la necesidad de realizar actos compulsivos para intentar aliviar el estrés. A pesar de los esfuerzos para ignorar o eliminar los pensamientos o necesidades que te molestan, estos vuelven una y otra vez. Esto produce un comportamiento más ritualista: el círculo vicioso del TOC.
El TOC suele centrarse en determinados temas, por ejemplo, un miedo a contaminarse con gérmenes. Para aliviar el miedo a contaminarse, puede que te laves las manos compulsivamente hasta que estén doloridas y agrietadas.
Síntomas
El trastorno obsesivo-compulsivo en general incluye obsesiones y compulsiones. Sin embargo, también es posible tener solo síntomas de obsesión o solo síntomas de compulsión. Puedes darte cuenta o no de que tus obsesiones y compulsiones son excesivas o no razonables, pero te consumen muchísimo tiempo e interfieren en tu rutina diaria y en tus actividades sociales o laborales.
Síntomas de obsesión
Las obsesiones del TOC son pensamientos, impulsos o imágenes repetidos, persistentes e indeseados, que son invasivos y provocan angustia o ansiedad. Podrías intentar ignorarlos o deshacerte de ellos poniendo en práctica un ritual o comportamiento compulsivo. En general, estas obsesiones te invaden cuando intentas pensar o hacer otras cosas.
A menudo, las obsesiones tratan sobre distintos temas, por ejemplo:
- Temor a la contaminación o a la suciedad
- Necesitar que las cosas estén ordenadas simétricamente
- Pensamientos agresivos u horrendos sobre lastimarte o lastimar a otros
- Pensamientos indeseados, por ejemplo, agresivos, o sujetos religiosos o sexuales
Los signos y síntomas de la obsesión incluyen lo siguiente:
- Temor a contaminarse por tocar objetos que han tocado otros
- Dudas sobre si se puso llave a la puerta o si se apagó la estufa
- Estrés intenso cuando los objetos no están ordenados u orientados de una determinada manera
- Imágenes indeseadas e incómodas en las que te lastimas o que lastimas a otros
- Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar de manera inadecuada, los cuales son indeseados y te incomodan
- Evasión de situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como dar la mano
- Angustia acera de imágenes sexuales desagradables que se repiten en la mente
Síntomas de compulsión
Las compulsiones del TOC son comportamientos repetitivos que te sientes obligado a cumplir. Estos comportamientos repetitivos o actos mentales tienen como fin prevenir o reducir la ansiedad relacionada con tus obsesiones o evitar que suceda algo malo. Sin embargo, involucrarse con las compulsiones no genera placer y puede aliviar la ansiedad solo temporalmente.
Puedes establecer reglas o rituales que te ayuden a controlar la ansiedad cuando tengas pensamientos obsesivos. Estas compulsiones son excesivas y, a menudo, no están relacionadas de manera realista con el problema que intentan solucionar.
Tal como ocurre con las obsesiones, las compulsiones también son sobre temas determinados, por ejemplo:
- Lavado y limpieza
- Verificación
- Recuento
- Orden
- Respetar rutinas estrictas
- Exigir garantías
Los signos y síntomas de la compulsión incluyen lo siguiente:
- Lavarse las manos hasta que la piel queda en carne viva
- Verificar varias veces que las puertas están con llave
- Verificar varias veces que la estufa está apagada
- Contar siguiendo determinados patrones
- Repetir en voz baja una plegaria, una palabra o una frase
- Ordenar las latas de modo que estén orientadas hacia el mismo lado
La gravedad varía:
En general, el TOC se inicia en la adolescencia o en la juventud. Los síntomas suelen manifestarse de manera gradual y varían en cuanto a gravedad durante toda la vida. Por lo general, empeoran cuando sientes más estrés. El TOC, que generalmente se considera un trastorno crónico, puede tener síntomas leves a moderados, o puede ser tan grave y prolongado que incapacita.
¿Cuándo consultar con el médico?
Hay una diferencia entre ser perfeccionista (por ejemplo, alguien que exige resultados o desempeño sin errores) y tener TOC. Los pensamientos que genera el TOC no son simplemente preocupaciones excesivas sobre problemas reales de la vida ni preferir tener las cosas limpias u ordenadas de una manera específica.
Si tus obsesiones y compulsiones afectan tu calidad de vida, consulta con el médico o a un profesional en salud mental.
Causas
No se comprende completamente la causa del trastorno obsesivo compulsivo. Entre las principales teorías, se encuentran las siguientes:
- Biología
- Genética
- Entorno: Se sugiere que algunos factores del entorno, tales como infecciones, pueden desencadenar TOC, pero deben realizarse más investigaciones.
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de padecer o detonar el trastorno obsesivo compulsivo incluyen los siguientes:
- Antecedentes familiares
- Acontecimientos estresantes de la vida
- Otros trastornos de salud mental: como el trastorno de ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias o los trastornos de tic.
Complicaciones
Los problemas resultantes del trastorno obsesivo compulsivo pueden incluir, entre otros:
- Problemas de salud, como dermatitis de contacto por lavado frecuente de las manos
- Incapacidad para asistir al trabajo, a la escuela o a actividades sociales
- Relaciones conflictivas
- Mala calidad de vida en general
- Pensamientos y comportamientos suicidas
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Trastorno Depresivo Mayor
Un episodio depresivo mayor consiste en síntomas que son lo suficientemente graves para causar dificultades evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones.
Un episodio comprende cinco o más de los siguientes síntomas:
- Estado anímico depresivo, como sentirse triste, vacío, desesperanzado o tener ganas de llorar (en niños y adolescentes, el estado anímico depresivo puede manifestarse como irritabilidad)
- Marcada pérdida del interés o de la capacidad para sentir placer en todas —o en casi todas— las actividades
- Adelgazamiento importante sin hacer dieta, aumento de peso, o disminución o aumento del apetito (en niños, la imposibilidad para aumentar de peso según lo esperado puede ser un signo de depresión)
- Insomnio o dormir demasiado
- Agitación o comportamiento más lento
- Fatiga o pérdida de la energía
- Sentimientos de inutilidad, o culpa excesiva o inadecuada
- Disminución de la capacidad para pensar o para concentrarse, o indecisión
- Pensar en el suicidio, planificarlo o intentarlo
Síntomas de depresión en niños y adolescentes
Los signos y síntomas frecuentes de depresión pueden tener unas diferencias según la edad:
- En los niños más pequeños: tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores, negarse a ir a la escuela o bajo peso.
- En los adolescentes: tristeza, irritabilidad, sentirse negativo e inútil, ira, bajo rendimiento o poca asistencia a la escuela, sentirse incomprendido y extremadamente sensible, consumir drogas de uso recreativo o alcohol, comer o dormir demasiado, autolesionarse, perder el interés por las actividades habituales y evitar la interacción social (Mayo Clinic, 2018).
Causas
Se desconoce la causa exacta de la depresión. No obstante, los siguientes factores pueden tener influencia en su aparición:
- Diferencias biológicas
- Química del cerebro
- Hormonas
- Rasgos hereditarios
Complicaciones
La depresión es un trastorno grave que puede causar efectos devastadores en la persona y los familiares. Si no es tratada, esta suele empeorar y puede derivar en las siguientes complicaciones:
- Sobrepeso u obesidad, que pueden derivar en enfermedades cardíacas o diabetes
- Dolor o enfermedad física
- Consumo inapropiado de alcohol o de drogas
- Ansiedad, trastorno de pánico y fobias sociales
- Conflictos familiares, dificultades en tus relaciones y problemas en la escuela o el trabajo
- Aislamiento social
- Sentimientos suicidas, intentos de suicidio o suicidio
- Automutilación, como por ejemplo cortes
- Muerte prematura a raíz de enfermedades
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