Demencias
Descripción general
La demencia describe un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales lo suficientemente graves como para interferir en tu vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, hay varias enfermedades que pueden provocar demencia.
Aunque la demencia generalmente implica pérdida de memoria, hay varias causas de pérdida de memoria. El hecho de padecer pérdida de memoria no significa que tengas demencia.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia progresiva en adultos mayores, pero existen varias causas de demencia. Dependiendo de la causa, algunos síntomas de demencia pueden ser reversibles.
Síntomas
Los síntomas de la demencia varían según la causa, pero los signos y síntomas frecuentes son los siguientes:
Cambios cognitivos
- Pérdida de la memoria, que generalmente es notada por el cónyuge o por otra persona.
- Dificultad para comunicarse o encontrar palabras.
- Dificultad con las habilidades visuales y espaciales, como perderse mientras se conduce.
- Dificultad para razonar o para resolver problemas.
- Dificultad para manejar tareas complejas.
- Dificultad para planificar y organizar.
- Dificultad con la coordinación y las funciones motoras.
- Confusión y desorientación.
Cambios psicológicos
- Cambios en la personalidad.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Comportamiento inapropiado.
- Paranoia.
- Agitación.
- Alucinaciones.
Cuándo consultar al médico
Consulta a un médico si tú o un ser querido tiene problemas con la memoria u otros síntomas de demencia. Algunas afecciones médicas tratables pueden causar síntomas de demencia, por lo que es importante determinar la causa preexistente.
Causas
La demencia es causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. En función del área del cerebro afectada por el daño, la demencia puede tener un impacto diferente en las personas y provocar diferentes síntomas.
Las demencias a menudo se agrupan por lo que tienen en común, como la proteína o proteínas depositadas en el cerebro o la parte del cerebro que se ve afectada. Algunas enfermedades se parecen a las demencias, como las que se producen por una reacción a medicamentos o deficiencias vitamínicas, y podrían mejorar con el tratamiento.
Tipos de demencia
Enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia.
Aunque no se conocen todas las causas de la enfermedad de Alzheimer, los expertos saben que un pequeño porcentaje está relacionado con mutaciones de tres genes, que pueden transmitirse de padres a hijos. Si bien son varios los genes diferentes que probablemente están involucrados en la enfermedad de Alzheimer, un gen importante que aumenta el riesgo es la apolipoproteína E4 (APOE).
Los pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen placas y ovillos en el cerebro. Las placas son grupos de una proteína llamada beta amiloide, y los ovillos son ovillos fibrosos compuestos de proteína tau. Se cree que estos grupos dañan las neuronas sanas y las fibras que las conectan.
Otros factores genéticos podrían hacer más probable el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Demencia vascular. Este segundo tipo más común de demencia es causado por el daño a los vasos que suministran sangre al cerebro. Los problemas de los vasos sanguíneos pueden causar accidentes cerebrovasculares o dañar el cerebro de otras maneras, como al dañar las fibras de la materia blanca del cerebro. Los síntomas más comunes de la demencia vascular incluyen dificultades para resolver problemas, lentitud del pensamiento, concentración y organización. Estos tienden a ser más notorios que la pérdida de memoria.
Demencia con cuerpos de Lewy. Los cuerpos de Lewy son grupos anormales de proteínas en forma de globo que se han encontrado en el cerebro de personas que tienen demencia con cuerpos de Lewy, enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson. Este es uno de los tipos más comunes de demencia progresiva. Los signos y síntomas comunes incluyen actuar físicamente los sueños durante el sueño, ver cosas que no existen (alucinaciones visuales) y problemas con la concentración y la atención. Otros signos incluyen movimientos lentos o descoordinados, temblores y rigidez (parkinsonismo).
Demencia frontotemporal. Este es un grupo de enfermedades caracterizadas por la ruptura (degeneración) de las células nerviosas y sus conexiones en los lóbulos frontal y temporal del cerebro, las áreas generalmente asociadas con la personalidad, el comportamiento y el lenguaje. Los síntomas comunes afectan el comportamiento, la personalidad, el pensamiento, el juicio, el lenguaje y el movimiento.
Demencia debida a enfermedad de Parkinson. Muchas personas con la enfermedad de Parkinson eventualmente presentan síntomas de demencia (demencia por la enfermedad de Parkinson).
Demencia mixta. Los estudios de la autopsia del cerebro de personas de 80 años o más que tenían demencia indican que muchos tenían una combinación de varias causas, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular y la demencia con cuerpos de Lewy. Se están realizando estudios para determinar la forma en que el hecho de tener demencia mixta afecta los síntomas y los tratamientos.
Factores de riesgo
Factores de riesgo que no se pueden cambiar
- La edad: El riesgo aumenta a medida que envejeces, especialmente después de los 65 años. Sin embargo, la demencia no es una parte normal del envejecimiento y puede ocurrir en personas más jóvenes.
- Antecedentes familiares: Tener antecedentes familiares de demencia te pone en mayor riesgo de presentar la afección. Sin embargo, muchas personas con antecedentes familiares nunca presentan síntomas y muchas personas sin antecedentes familiares sí lo hacen, pero hay exámenes para determinar si tienes ciertas mutaciones genéticas.
- Síndrome de Down: Hacia la mediana edad, muchas personas con síndrome de Down presentan la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano.
Factores de riesgo que se pueden cambiar
- Dieta y ejercicio: Las investigaciones demuestran que la falta de ejercicio aumenta el riesgo de demencia. Así mismo, las investigaciones indican una mayor incidencia de demencia en las personas que tienen una dieta poco saludable en comparación con las que siguen una dieta de estilo mediterráneo con alto contenido de frutas y verduras, granos enteros, frutos secos y semillas.
- Consumo excesivo de alcohol: Si bebes grandes cantidades de alcohol, podrías tener un riesgo más alto de demencia. Aunque algunos estudios han demostrado que cantidades moderadas de alcohol podrían tener un efecto protector. los resultados son inconsistentes. La relación entre las cantidades moderadas de alcohol y el riesgo de demencia no se comprende bien.
- Factores de riesgo cardiovascular: Estos incluyen presión arterial alta, colesterol alto, acumulación de grasas en las paredes arteriales y obesidad.
- Diabetes: Tener diabetes puede aumentar el riesgo de demencia, especialmente si está mal controlada.
- Tabaquismo: Fumar podría aumentar el riesgo de desarrollar demencia y enfermedades de los vasos sanguíneos.
- Deficiencias vitamínicas y nutricionales: Los niveles bajos de vitamina D, vitamina B-6, vitamina B-12 y folato pueden aumentar el riesgo de demencia.
Complicaciones
La demencia puede afectar muchos sistemas del cuerpo y, por lo tanto, la capacidad de funcionar. La demencia puede provocar lo siguiente:
- Mala nutrición: Muchas personas con demencia eventualmente reducen la ingesta de alimentos o dejan de comer, lo que afecta su consumo de nutrientes. En última instancia, es posible que no puedan masticar y tragar.
- Neumonía: La dificultad para tragar aumenta el riesgo de asfixia o de aspirar alimentos a los pulmones, lo cual puede bloquear la respiración y causar neumonía.
- Incapacidad para realizar tareas de cuidado personal: A medida que la demencia progresa, puede interferir en tareas, como el baño, vestirse, cepillarse el cabello o los dientes, usar el baño de manera independiente y tomar los medicamentos con precisión.
- Problemas de seguridad personal: Algunas situaciones cotidianas pueden presentar problemas de seguridad para las personas con demencia, como conducir, cocinar y caminar solas.
- Muerte: La demencia en etapa avanzada puede ocasionar el estado de coma y la muerte, a menudo por infección.
Prevención
- Mantén tu mente activa. Las actividades mentalmente estimulantes, como leer, resolver crucigramas o juegos de palabras, y la ejercitación de la memoria podrían retrasar la aparición de la demencia y disminuir sus efectos.
- Realiza actividad física y social. La actividad física y la interacción social pueden retrasar la aparición de la demencia y reducir sus síntomas. Muévete más y procura hacer 150 minutos de ejercicio por semana.
- Deja de fumar. Algunos estudios han demostrado que fumar en la edad madura o en la vejez puede aumentar el riesgo de padecer demencia y trastornos (vasculares) de los vasos sanguíneos. Dejar de fumar puede reducir los riesgos y mejorará la salud.
- Consume la cantidad suficiente de vitaminas. Algunas investigaciones sugieren que las personas con bajos niveles de vitamina D en la sangre son más propensas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. Puedes obtener vitamina D a través de ciertos alimentos, ciertos suplementos y la exposición al sol.
Se necesitan más estudios antes de recomendar un aumento en la ingesta de vitamina D para prevenir la demencia, pero es conveniente que te asegures de obtener la cantidad adecuada de vitamina D. También puede ser útil tomar diariamente una vitamina del complejo B y vitamina C.
- Controla los factores de riesgo cardiovascular. Trata la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y el índice de masa corporal (IMC) alto. La presión arterial alta podría llevar a un mayor riesgo de padecer algunos tipos de demencia. Se necesita más investigación para determinar si el tratamiento de la hipertensión arterial puede reducir el riesgo de demencia.
- Trata los trastornos de salud. Visita a tu médico regularmente. No esperes que los problemas de salud se agraven.
- Sigue una dieta saludable. Mantener una dieta saludable es importante por muchas razones, pero una dieta como la mediterránea, rica en frutas, verduras, granos enteros y ácidos grasos omega-3, que se encuentran comúnmente en ciertos pescados y en las nueces, podría promover la salud y reducir el riesgo de desarrollar demencia. Este tipo de dieta también mejora la salud cardiovascular, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de demencia. Trata de comer pescado graso, como el salmón, tres veces por semana y un puñado diario de nueces, especialmente almendras y nueces.
- Procura una buena calidad de sueño Practica una buena higiene del sueño y consulta al médico si tienes ronquido fuerte o períodos en los que dejas de respirar o jadeas durante el sueño.
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Esquizofrenia y otras psicosis
Descripción general
La esquizofrenia es un trastorno mental grave por el cual las personas interpretan la realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede provocar una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y puede ser incapacitante.
Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento durante toda la vida. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede mejorar el pronóstico a largo plazo.
Síntomas
La esquizofrenia implica una serie de problemas de pensamiento (cognición), comportamiento y emociones. Los signos y síntomas pueden variar, pero generalmente implican fantasías, alucinaciones o habla desorganizada, y reflejan una capacidad deficiente de vivir normalmente. Entre los síntomas se pueden incluir los siguientes:
- Delirios: Son creencias falsas que no tienen base en la realidad. Por ejemplo, crees que estás siendo perjudicado o acosado; ciertos gestos o comentarios se dirigen a ti; tienes una habilidad o fama excepcionales; otra persona está enamorada de ti; o está a punto de ocurrir una catástrofe importante. Las fantasías se producen en la mayoría de las personas que tienen esquizofrenia.
- Alucinaciones: Por lo general implican ver o escuchar cosas que no existen. Sin embargo, para la persona con esquizofrenia, tienen toda la fuerza y la repercusión de una experiencia normal. Las alucinaciones pueden implicar cualquiera de los sentidos, pero escuchar voces es la alucinación más común.
- Pensamiento desorganizado (discurso): El pensamiento desorganizado se infiere a partir del habla desorganizada. La comunicación eficaz se puede ver afectada y las respuestas a preguntas pueden no relacionarse con estas de manera parcial o completa. En raras ocasiones, el habla puede incluir el agrupamiento de palabras sin sentido que no se puedan entender, lo cual suele conocerse como ensalada de palabras.
- Comportamiento extremadamente desorganizado o anormal: Esto puede mostrarse de varias maneras, desde la conducta infantil hasta la agitación impredecible. El comportamiento no está enfocado en un objetivo, así que es difícil hacer las tareas. El comportamiento puede incluir resistencia a seguir instrucciones, postura inadecuada o extraña, una completa falta de respuesta o movimiento inútil o excesivo.
- Síntomas negativos: Esto se refiere a la capacidad limitada para vivir de manera normal, o a la falta de ella. Por ejemplo, la persona puede descuidar su higiene personal o parecer que carece de emociones (no hace contacto visual, no cambia las expresiones faciales o habla en un tono monótono). Además, la persona puede perder interés en las actividades cotidianas, retraerse socialmente o carecer de la capacidad de experimentar placer.
Con el paso del tiempo, los síntomas pueden variar con respecto al tipo y la gravedad, con periodos de empeoramiento y remisión de los síntomas. Algunos síntomas pueden estar siempre presentes.
En los hombres, los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar entre principios y mediados de los 20 años. En las mujeres, los síntomas suelen comenzar a finales de los 20 años. Es poco común que a los niños se les diagnostique esquizofrenia y poco común para los mayores de 45 años.
Síntomas en adolescentes
Los síntomas de la esquizofrenia en los adolescentes son similares a los que se presentan en los adultos, pero la afección puede ser más difícil identificar. Esto puede deberse en parte a que algunos de los síntomas tempranos de la esquizofrenia en los adolescentes son comunes en el desarrollo típico de la adolescencia, como estos:
- Distanciamiento de los amigos y los familiares.
- Menor desempeño en la escuela.
- Trastornos del sueño.
- Humor irritable o depresivo.
- Falta de motivación.
Además, el uso de sustancias recreativas, como la marihuana, las metanfetaminas o el LSD, a veces puede causar signos y síntomas similares. En comparación con los síntomas de la esquizofrenia en adultos, los adolescentes pueden tener lo siguiente:
- Menos probabilidad de tener ideas delirantes.
- Mayor probabilidad de tener alucinaciones visuales.
Cuándo consultar con el médico
Las personas con esquizofrenia a menudo no son conscientes de que sus dificultades se deben a un trastorno mental que requiere atención médica. Así que a menudo la familia o los amigos son los que deben conseguirles ayuda.
Ayudar a alguien que podría tener esquizofrenia
- Si crees que alguien que conoces puede tener síntomas de esquizofrenia, habla con esa persona sobre tus preocupaciones. Aunque no puedes obligar a alguien a buscar ayuda profesional, puedes ofrecer apoyo y ayudar a tu ser querido a encontrar a un médico cualificado o a un profesional de salud mental.
- Si tu ser querido es un peligro para sí mismo o no puede proveerse su propia comida, ropa o refugio, es posible que tengas que llamar al 911 u otros servicios de emergencia para pedir ayuda a fin de que tu ser querido pueda ser evaluado por un profesional de salud mental.
- En algunos casos, puede ser necesaria una hospitalización de emergencia. Las leyes sobre la internación no voluntaria para el tratamiento de la salud mental varían según el estado. Puedes comunicarte con las agencias de salud mental de la comunidad o los departamentos de policía de tu área para obtener más detalles.
Pensamientos y conductas suicidas
Los pensamientos y comportamientos suicidas son comunes en las personas con esquizofrenia. Si tienes un ser querido que está en peligro de intentar suicidarse o ha tenido un intento de suicidio, asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato. O bien, si crees que puedes hacerlo de forma segura, lleva a la persona a la sala de emergencias del hospital más cercano.
Causas
No se conocen las causas de la esquizofrenia, pero los investigadores piensan que la combinación de la genética, la química del cerebro y el ambiente contribuye al desarrollo de este trastorno.
Los problemas con ciertos químicos del cerebro que se producen naturalmente, como los neurotransmisores llamados dopamina y glutamato, pueden contribuir a la esquizofrenia. Los estudios de imágenes cerebrales muestran las diferencias en la estructura del cerebro y el sistema nervioso central de las personas con esquizofrenia. Si bien los investigadores no están seguros de la importancia de estos cambios, estos indican que la esquizofrenia es una enfermedad mental.
Factores de riesgo
A pesar de que se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia, ciertos factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenarla, entre ellos los siguientes:
- Antecedentes familiares de esquizofrenia.
- Algunas complicaciones durante el embarazo y el nacimiento, como malnutrición o exposición a toxinas o virus que pueden afectar el desarrollo del cerebro.
- Consumo de drogas que alteran la mente (psicoactivas o psicotrópicas) durante la adolescencia y la juventud.
Complicaciones
Si no se trata, la esquizofrenia puede dar lugar a graves problemas que afectan a todos los ámbitos de la vida. Las complicaciones que la esquizofrenia puede causar o con las que esta puede estar asociada incluyen las siguientes:
- Suicidio, intentos de suicidio y pensamientos de suicidio.
- Trastornos de ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
- Depresión.
- Abuso de alcohol o de otras drogas, incluida la nicotina.
- Incapacidad para trabajar o asistir a la escuela.
- Problemas financieros y falta de vivienda,
- Aislamiento social.
- Problemas de salud y médicos.
- Victimizarse.
- Comportamiento agresivo, aunque es poco común.
Prevención
No hay una manera segura de prevenir la esquizofrenia; sin embargo, seguir el plan de tratamiento puede ayudar a prevenir las recaídas o el empeoramiento de los síntomas. Además, los investigadores esperan que, al obtener mayor información sobre los factores de riesgo de la esquizofrenia, se puedan generar un diagnóstico y un tratamiento más rápidos.
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Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
Descripción general
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo.
Los niños con TDAH también pueden tener dificultades con la baja autoestima, las relaciones problemáticas y el bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH. Pero pueden aprender estrategias para tener éxito.
Aunque el tratamiento no cura el TDAH, puede ayudar mucho con los síntomas. El tratamiento comúnmente involucra medicamentos e intervenciones conductuales. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden hacer una gran diferencia en el resultado.
Síntomas
Las características principales del TDAH incluyen la falta de atención y el comportamiento hiperactivo-impulsivo. Los síntomas del TDAH comienzan antes de los 12 años de edad y, en algunos niños, se notan a partir de los 3 años de edad. Estos síntomas pueden ser leves, moderados o graves, y pueden continuar hasta la edad adulta.
El TDAH ocurre con más frecuencia en los hombres que en las mujeres, y los comportamientos pueden ser diferentes en los niños y las niñas. Por ejemplo, los niños pueden ser más hiperactivos y las niñas pueden tender a ser menos atentas.
Existen tres subtipos de TDAH:
- Falta de atención predominante: La mayoría de los síntomas corresponden a la falta de atención.
- Conducta hiperactiva/impulsiva predominante: la mayoría de los síntomas son la hiperactividad e impulsividad.
- Combinado: Esta es una mezcla de síntomas de falta de atención y síntomas de hiperactividad/impulsividad.
Falta de atención
Un niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo presenta las siguientes características:
- No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o comete errores por descuido en los trabajos escolares.
- Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos.
- Parece no escuchar, incluso cuando se le habla directamente.
- Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra terminar las tareas o los trabajos escolares.
- Tiene problemas para organizar tareas y actividades.
- Evita o le disgustan las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como la tarea escolar.
- Pierde los elementos necesarios para las tareas o las actividades, por ejemplo, juguetes, asignaciones escolares, lápices.
- Se distrae fácilmente.
- Se olvida de hacer algunas actividades diarias, como las tareas del hogar.
Hiperactividad e impulsividad
Un niño que manifiesta un patrón de síntomas de hiperactividad e impulsividad a menudo presenta las siguientes características:
- Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
- Le cuesta permanecer sentado en el aula o en otras situaciones •Está en constante movimiento.
- Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiadas.
- Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas.
- Habla demasiado.
- Da respuestas apresuradas o interrumpe a quien le hace preguntas.
- Tiene dificultades para esperar su turno.
- Interrumpe conversaciones, juegos o actividades de otros, o se entromete en ellas.
El comportamiento típico de desarrollo comparado con el TDAH
La mayoría de los niños sanos no prestan atención o son hiperactivos o impulsivos en un momento u otro. Es típico que los niños en edad preescolar tengan períodos de atención cortos y no puedan seguir con una actividad por mucho tiempo. Incluso en niños mayores y adolescentes, el período de atención a menudo depende del nivel de interés.
Lo mismo ocurre con la hiperactividad. Los niños pequeños son naturalmente activos; a menudo todavía están llenos de energía mucho después de haber agotado a sus padres. Además, algunos niños tienen naturalmente un nivel de actividad más alto que otros. Nunca se debe decir que un niño tiene TDAH solo porque es diferente a sus amigos o hermanos.
Los niños que tienen problemas en la escuela, pero se llevan bien en casa o con los amigos, probablemente tengan problemas con algo que no sea el TDAH. Lo mismo ocurre con los niños que son hiperactivos o que no prestan atención en casa, pero cuyas tareas escolares y amistades no se ven afectadas.
Cuándo consultar al médico
Si te preocupa que tu hijo muestre signos de TDAH, consulta con su pediatra o con el médico de familia. Es posible que el médico te derive a un especialista, como un pediatra del desarrollo y el comportamiento, un psicólogo, un psiquiatra o un neurólogo pediátrico, pero es importante que primero se realice una evaluación médica para detectar otras posibles causas de las dificultades de tu hijo.
Causas
Aunque la causa exacta del TDAH no está clara, las investigaciones continúan. Los factores que pueden estar involucrados en el desarrollo del TDAH incluyen la genética, el medio ambiente o problemas con el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo del trastorno por déficit de atención/hiperactividad se pueden incluir:
- Familiares consanguíneos, como padres o hermanos, con trastorno por déficit de atención/hiperactividad u otro trastorno de salud mental.
- Exposición a toxinas ambientales, como el plomo, que se encuentra principalmente en la pintura y las tuberías de edificios antiguos.
- Consumo de drogas, consumo de alcohol o tabaquismo por parte de la madre durante el embarazo.
- Nacimiento prematuro.
Aunque popularmente se sospecha que el consumo de azúcar causa hiperactividad, no hay pruebas confiables que lo confirmen. Muchos problemas en la niñez pueden llevar a que se presente dificultad para mantener la atención, pero eso no es lo mismo que padecer de trastorno por déficit de atención/hiperactividad
Complicaciones
El TDAH puede dificultar la vida de los niños. Los niños con TDAH tienen estas características:
- A menudo luchan en el aula, lo cual puede llevar al fracaso académico y al juicio de otros niños y adultos.
- Tienden a tener más accidentes y lesiones de todo tipo que los niños que no tienen TDAH.
- Tienden a tener baja autoestima.
- Son más propensos a tener problemas para interactuar con sus compañeros y los adultos, y para ser aceptados por ellos.
- Están en mayor riesgo de abuso de alcohol y drogas, y de otras conductas delictivas.
Afecciones coexistentes
El TDAH no causa otros problemas psicológicos o de desarrollo. Sin embargo, los niños con TDAH son más propensos que otros a tener afecciones como:
- Trastorno de oposición desafiante, generalmente definido como un patrón de comportamiento negativo, desafiante y hostil hacia las figuras de autoridad.
- Trastorno de conducta, marcado por un comportamiento antisocial, como robar, pelear, destruir propiedad y hacer daño a personas o animales.
- Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, caracterizado por irritabilidad y problemas para tolerar la frustración.
- Discapacidades de aprendizaje, incluidos problemas con la lectura, escritura, comprensión y comunicación.
- Trastornos por abuso de sustancias, incluidos drogas, alcohol y tabaquismo.
- Trastornos de ansiedad, que pueden causar preocupación y nerviosismo abrumadores, e incluyen el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
- Trastornos del estado de ánimo, incluidos depresión y trastorno bipolar, que incluye depresión y comportamiento maníaco.
- Trastorno del espectro autista, una afección relacionada con el desarrollo cerebral que afecta la forma en que una persona percibe y socializa con los demás.
- Tic nervioso o síndrome de Tourette, trastornos que involucran movimientos repetitivos o sonidos no deseados (tics) que no se pueden controlar fácilmente.
Prevención
Para ayudar a reducir el riesgo de que tu hijo padezca TDAH:
- Durante el embarazo, evita cualquier cosa que pueda dañar el desarrollo fetal. Por ejemplo, no bebas alcohol, no uses drogas recreativas ni fumes cigarrillos.
- Protege a tu hijo de la exposición a contaminantes y toxinas, incluido el humo del cigarrillo y la pintura con plomo.
- Limita el tiempo frente a las pantallas. Aunque todavía no se ha comprobado, puede ser prudente que los niños eviten la exposición excesiva a la televisión y a los videojuegos en los primeros cinco años de vida.
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Trastorno por atracones
Descripción general
El trastorno de apetito desenfrenado es un trastorno grave de la alimentación en el que sueles consumir cantidades extraordinariamente grandes de alimentos y te sientes incapaz de parar de comer.
Casi todos comemos de más en algunas ocasiones, por ejemplo, cuando nos servimos una segunda o una tercera porción de una comida durante las fiestas. Sin embargo, para algunas personas, comer de manera excesiva con la sensación de que se pierde el control y que esto se vuelva algo habitual pasa a ser un trastorno de apetito desenfrenado.
Cuando tienes el trastorno de apetito desenfrenado, puedes sentirte avergonzado por comer en exceso y prometer que vas a dejar de hacerlo. No obstante, sientes una compulsión tan fuerte que no puedes resistir la necesidad y continúas comiendo en exceso. Si padeces el trastorno de apetito desenfrenado, el tratamiento puede ser de ayuda.
Síntomas
La mayoría de las personas con trastorno por atracones tienen sobrepeso o son obesas, pero tú puedes tener un peso normal. Los signos y síntomas conductuales y emocionales del trastorno por atracones incluyen los siguientes:
- Comer cantidades inusualmente grandes de comida en un tiempo determinado, por ejemplo, durante un período de dos horas.
- Sentir que la conducta alimenticia está fuera de control.
- Comer incluso cuando estás lleno o no tienes hambre.
- Comer con rapidez durante los episodios de atracones.
- Comer hasta que estás demasiado lleno.
- Comer solo o a escondidas con frecuencia.
- Sentirte deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por tus hábitos alimentarios.
- Hacer dietas con frecuencia, posiblemente sin bajar de peso.
A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón, no sueles vomitar, usar laxantes ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que comiste. Puedes intentar hacer una dieta o comer las comidas habituales. Sin embargo, restringir tu alimentación puede llevarte a más atracones.
La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios durante una semana.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Si tienes síntomas de trastorno de apetito desenfrenado, busca atención médica lo más rápido posible. Los problemas del apetito desenfrenado pueden variar desde algo temporal a una situación recurrente, e incluso pueden persistir durante años si no se obtiene tratamiento.
Habla con el proveedor de atención médica o con un profesional de la salud mental sobre los síntomas y sentimientos asociados con el apetito desenfrenado. Si no quieres buscar tratamiento, habla con alguien en quien confíes acerca de lo que te sucede. Un amigo, un ser querido, un maestro o un líder religioso puede ayudarte a dar los primeros pasos de un tratamiento exitoso para el trastorno de apetito desenfrenado.
Causas
Se desconocen las causas del trastorno por atracones y purgas. Sin embargo, la genética, los factores biológicos, las dietas prolongadas y los problemas psicológicos aumentan tu riesgo.
Factores de riesgo
El trastorno de apetito desenfrenado es más común en mujeres que en hombres. Si bien el trastorno de apetito desenfrenado puede presentarse a cualquier edad, por lo general comienza en los últimos años de la adolescencia o poco después de cumplir los 20.
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno de apetito desenfrenado:
•Antecedentes familiares. Es mucho más probable que padezcas un desorden alimenticio si tus padres o hermanos tienen (o tuvieron) algún desorden alimenticio. Esto puede indicar que la herencia genética aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios.
•Dieta. Muchas personas con trastorno de apetito desenfrenado tienen antecedentes de haber hecho dietas. Hacer dietas o restringir las calorías durante el día puede provocar una necesidad de comer en exceso, en especial si tienes síntomas de depresión.
•Problemas psicológicos. Muchas personas que tienen trastorno de apetito desenfrenado tienen una mirada negativa de ellas mismas, y de sus habilidades y logros. Los desencadenantes de los atracones pueden incluir el estrés, una mala imagen corporal propia y la disponibilidad de las comidas preferidas.
Complicaciones
Es posible que tengas problemas psicológicos o físicos relacionados con el apetito desenfrenado.
Entre las complicaciones que puede causar el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:
- Mala calidad de vida
- Problemas para funcionar en el trabajo, con la vida personal o en situaciones sociales
- Aislamiento social
- Obesidad
- Enfermedades relacionadas con la obesidad, como problemas en las articulaciones, enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2, enfermedad por reflujo gastroesofágico, y algunos trastornos respiratorios relacionados con el sueño.
Entre los trastornos psiquiátricos que a menudo se vinculan con el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen los siguientes:
- Depresión
- Trastorno bipolar
- Ansiedad
- Trastornos de consumo de drogas
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Bulimia nerviosa
Descripción general
La bulimia nerviosa, comúnmente denominada bulimia, es un trastorno alimentario grave y potencialmente fatal. Es posible que las personas con bulimia tengan en secreto episodios de atracones, es decir, que coman grandes cantidades de alimentos y pierdan el control de su alimentación, y luego vomiten, para tratar de deshacerse de las calorías adicionales de forma no saludable.
Para deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, las personas con bulimia pueden usar distintos métodos. Por ejemplo, pueden inducirse el vómito con regularidad o usar laxantes de manera inapropiada, suplementos para bajar de peso, diuréticos o enemas después del atracón. O pueden usar otras maneras de deshacerse de las calorías y evitar aumentar de peso, como ayunar, adoptar una dieta estricta o hacer ejercicio de forma excesiva.
Si tienes bulimia, probablemente te preocupe tu peso y forma corporal. Es posible que te juzgues severa y duramente por los defectos que percibes que tienes. Dado que la bulimia se relaciona con la imagen de uno mismo, y no simplemente con los alimentos, puede ser difícil de superar. Pero un tratamiento eficaz puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo, a adoptar patrones de alimentación más saludables y a revertir las complicaciones graves.
Síntomas
- Preocuparse por la forma del cuerpo y el peso
- Vivir con miedo de aumentar de peso
- Repetir episodios de comer cantidades excesivas de alimentos de una sola vez
- Sentir una pérdida de control durante el atracón, como si no pudieras dejar de comer o no pudieras controlar lo que comes
- Forzar el vómito o hacer demasiado ejercicio para no aumentar de peso después de un atracón
- Usar laxantes, diuréticos o enemas después de comer cuando no son necesarios
- Ayunar, restringir las calorías o evitar ciertos alimentos entre atracones
- Usar suplementos dietéticos o productos a base de hierbas en exceso para bajar de peso
La gravedad de la bulimia se determina por el número de veces a la semana que te purgas, por lo general al menos una vez a la semana durante por lo menos tres meses
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Si tienes síntomas de bulimia, busca atención médica cuanto antes. Cuando no se trata, la bulimia puede tener efectos graves sobre la salud.
Habla con el proveedor primario de atención o con un profesional de la salud mental sobre los sentimientos y síntomas de la bulimia. Si no quieres buscar tratamiento, habla con alguien sobre lo que te sucede, puede ser un amigo, un ser querido, un maestro, un líder religioso o alguien en quien confíes. Ellos podrán ayudarte a adoptar las primeras medidas para obtener un tratamiento exitoso contra la bulimia.
Las señales de advertencia que pueden notar los amigos y los familiares de las personas afectadas con bulimia incluyen lo siguiente:
- La preocupación o las quejas constantes por ser gordos
- La percepción corporal distorsionada y excesivamente negativa
- El consumo repetitivo de cantidades grandes de comida de una sola vez, en especial de alimentos que la persona suele evitar
- La adopción de dietas estrictas o ayunos después de comer en exceso
- La negación a comer en público o frente a otras personas
- Las visitas al baño justo después de comer, durante las comidas o por largos períodos
- El exceso de ejercicio
- La presencia de llagas, cicatrices o callos en los nudillos o las manos
- El daño en los dientes y encías
- El cambio en el peso
- La inflamación de las manos y los pies
- La inflamación de la cara y las mejillas a causa del agrandamiento glandular
Causas
Se desconoce la causa exacta de la bulimia. Muchos factores pueden influir en el desarrollo de trastornos alimentarios, entre ellos, la genética, la biología, la salud emocional, las expectativas sociales y otros aspectos.
Factores de riesgo
Las niñas y las mujeres son más propensas a tener bulimia que los niños y los hombres. Por lo general, la bulimia comienza durante los últimos años de la adolescencia y el principio de la adultez.
Complicaciones
La bulimia puede causar numerosas complicaciones graves que incluso pueden poner en riesgo la vida. Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:
- Autoestima negativa y problemas con las relaciones y el funcionamiento social
- Deshidratación, que puede llevar a problemas médicos importantes, como insuficiencia renal
- Problemas del corazón, como latidos irregulares o insuficiencia cardíaca
- Caries dental severa y enfermedad de las encías
- Períodos ausentes o irregulares en las mujeres
- Problemas digestivos
- Ansiedad, depresión, trastornos de personalidad o trastorno bipolar
- Abuso de alcohol o drogas
- Autolesión, pensamientos suicidas o suicidio
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Anorexia Nerviosa
Descripción general
La anorexia nerviosa, a menudo simplemente denominada «anorexia», es un trastorno de la alimentación que se caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el temor intenso a aumentar de peso y la percepción distorsionada del peso. Para las personas con anorexia, es muy importante controlar su peso y su figura corporal, y hacen todo tipo de sacrificios que suelen interferir en su vida de forma significativa.
Para evitar aumentar de peso o para seguir adelgazando, las personas anoréxicas suelen restringir demasiado la cantidad de comida que consumen. Para controlar el consumo de calorías, pueden vomitar después de comer o usar de modo indebido laxantes, suplementos dietéticos, diuréticos o enemas. Además, para intentar bajar de peso, pueden ejercitarse en exceso. No importa cuánto baje de peso, la persona continúa sintiendo temor a aumentar de peso.
En realidad, la anorexia no se trata de la comida. Es una manera extremadamente poco saludable y, en ocasiones, mortal de intentar afrontar los problemas emocionales. Cuando tienes anorexia, lo que haces con frecuencia es equiparar la delgadez con la autoestima.
La anorexia, al igual que otros trastornos de la alimentación, puede tomar el control de tu vida y volverse muy difícil de sobrellevar. Pero con tratamiento, puedes lograr una mejor percepción de quién eres, volver a tener hábitos de alimentación más saludables y revertir algunas de las complicaciones graves que causa la anorexia.
Síntomas
Los signos y síntomas físicos de la anorexia nerviosa están relacionados con la inanición. Este trastorno también incluye problemas emocionales y conductuales asociados con una percepción irreal del peso corporal y con un temor muy intenso a aumentar de peso o a engordar.
Puede ser difícil advertir los signos y síntomas debido a que la noción de peso corporal bajo es diferente para cada persona, y es posible que algunas no parezcan extremadamente delgadas. Además, las personas con anorexia suelen esconder su delgadez, sus hábitos alimentarios o sus problemas físicos.
Síntomas Físicos
- Pérdida de peso excesiva, o no lograr el aumento de peso previsto para el desarrollo
- Aspecto delgado
- Recuento de células sanguíneas anormal
- Fatiga
- Insomnio
- Mareos o desmayos
- Pigmentación azulada en los dedos de la mano
- Cabello fino o quebradizo, o pérdida de cabello
- Vello suave como pelusa que cubre el cuerpo
- Ausencia de menstruación
- Estreñimiento y dolor abdominal
- Piel seca o amarillenta
- Intolerancia al frío
- Ritmo cardíaco irregular
- Presión arterial baja
- Deshidratación
- Hinchazón de los brazos o las piernas
- Erosión dental y callosidades en los nudillos por la provocación de vómitos
Algunas personas con anorexia tienen episodios de atracones y purgas, similar a lo que les ocurre a las que tienen bulimia. Sin embargo, las personas que padecen anorexia por lo general luchan contra un peso corporal anormalmente bajo, mientras que aquellas que padecen bulimia suelen tener un peso normal o por encima de lo normal.
Síntomas emocionales y conductuales
Los síntomas conductuales de la anorexia pueden incluir intentos de bajar de peso de las siguientes maneras:
- Restringir estrictamente la ingesta de alimentos mediante las dietas o el ayuno
- Hacer ejercicios de forma excesiva
- Darse atracones y provocarse vómitos para eliminar los alimentos, lo que puede incluir el uso de laxantes, enemas, suplementos dietarios o productos herbarios
- Preocupación por los alimentos, que a veces incluye cocinar comidas elaboradas para los demás, pero no comerlas
- Saltar comidas o rehusarse a comer con frecuencia
- Negar el hambre o poner excusas para no comer
- Comer solo unos pocos alimentos «seguros», por lo general, con bajo contenido de grasas y calorías
- Adoptar rituales rígidos para las comidas o la alimentación, por ejemplo, escupir la comida después de masticarla
- No querer comer en público
- Sentir temor a aumentar de peso, que puede incluir pesarse o medirse el cuerpo repetidas veces
- Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben
- Mentir sobre la cantidad de comida que se ingirió
- Quejarse por estar gordo o tener partes del cuerpo que son gordas
- Cubrirse con capas de ropa
- Estado de ánimo indiferente (falta de emociones)
- Retraimiento social
- Irritabilidad
- Insomnio
- Disminución del interés en las relaciones sexuales
¿Cuándo consultar al médico?
Desafortunadamente, muchas personas con anorexia no quieren hacer un tratamiento, al menos al principio. El deseo de mantenerse delgado se antepone a la preocupación por la salud. Si estás preocupado por un ser querido, pídele encarecidamente que hable con un médico.
Si tienes alguno de los problemas mencionados más arriba, o crees que puedes tener un trastorno de la alimentación, busca ayuda. Si les estás ocultando tu problema de anorexia a tus seres queridos, intenta encontrar a una persona en quien confíes para hablar sobre lo que está ocurriendo.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la anorexia. Al igual que con muchas enfermedades, probablemente sea una combinación de factores biológicos, psicológicos y del entorno.
Complicaciones
La anorexia puede tener muchas complicaciones. En su forma más grave, puede ser mortal. La muerte puede ocurrir de manera repentina, incluso cuando una persona no está excesivamente delgada. Puede ser resultado de ritmos cardíacos anormales (arritmias) o de un desequilibrio de los electrolitos (minerales como el sodio, el potasio y el calcio que mantienen el equilibrio de los líquidos en el cuerpo).
Otras complicaciones de la anorexia comprenden las siguientes:
- Anemia
- Problemas del corazón, como prolapso de la válvula mitral, ritmos cardíacos anormales o insuficiencia cardíaca
- Disminución de la masa ósea (osteoporosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir fracturas
- Pérdida muscular
- En las mujeres, ausencia de la menstruación
- En los hombres, disminución de los niveles de testosterona
- Problemas gastrointestinales, como estreñimiento, hinchazón o náuseas
- Anomalías electrolíticas, como bajo nivel de potasio, sodio y cloruro en la sangre
- Problemas renales
Si una persona anoréxica está en estado de desnutrición grave, todos los órganos del cuerpo pueden sufrir daños, incluido el cerebro, el corazón y los riñones. Es posible que este daño sea irreversible, incluso cuando la anorexia está bajo control.
Además de un sinnúmero de complicaciones físicas, las personas con anorexia también suelen tener otros trastornos de salud mental. Algunas de estas pueden ser:
- Depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo •Trastornos de la personalidad
- Trastornos obsesivos compulsivos
- Consumo indebido de alcohol y sustancias
- Autolesiones, pensamientos suicidas o intentos de suicidio
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Trastornos de la personalidad
Descripción general
Un trastorno de personalidad es un tipo de trastorno mental en el cual tienes un patrón de pensamiento, desempeño y comportamiento marcado y poco saludable. Una persona con trastorno de personalidad tiene problemas para percibir y relacionarse con las situaciones y las personas. Esto causa problemas y limitaciones importantes en las relaciones, las actividades sociales, el trabajo y la escuela.
En algunos casos, es posible que no te des cuenta de que tienes un trastorno de personalidad porque tu manera de pensar y comportarte te parece natural. Y es posible que culpes a los demás por los problemas que tienes.
Los trastornos de personalidad generalmente comienzan en la adolescencia o la adultez temprana. Existen muchos tipos de trastorno de personalidad. Algunos tipos se vuelven menos obvios en el transcurso de la mediana edad.
Síntomas
Los tipos de trastornos de la personalidad se dividen en tres grupos, sobre la base de características y síntomas similares. Muchas personas que presentan un trastorno de la personalidad también tienen signos y síntomas de, al menos, un trastorno de la personalidad más. No es necesario que se manifiesten todos los signos y síntomas enumerados para que se diagnostique un trastorno.
Trastornos de la personalidad del grupo A
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo A se caracterizan por pensamientos o comportamientos excéntricos o extraños. Incluyen el trastorno paranoide de la personalidad, trastorno esquizoide de la personalidad y trastorno esquizotípico de la personalidad.
Trastorno paranoide de la personalidad
- Desconfianza y sospecha generalizadas hacia los demás y sus motivos
- Creencia injustificada de que los demás intentan dañarte o engañarte
- Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás
- Vacilación al confiar en los demás debido al temor no razonable de que usarán la información en tu contra
- Percepción de comentarios inocentes o situaciones no intimidantes como si fuesen insultos o ataques personales
- Reacción hostil o de furia a los insultos o desaires percibidos
- Tendencia a guardar rencor
- Sospecha injustificada y recurrente de que el cónyuge o la pareja sexual es infiel
Trastorno esquizoide de la personalidad
- Falta de interés en las relaciones sociales o personales; preferencia por la soledad
- Amplitud limitada de las emociones
- Incapacidad para disfrutar la mayoría de las actividades
- Incapacidad para captar las señales sociales normales
- Aparentar ser distante o indiferente
- Poco interés o interés nulo en las relaciones sexuales
Trastorno esquizotípico de la personalidad
- Vestimenta, pensamientos, creencias, discurso o conductas peculiares
- Experiencias perceptivas extrañas, como escuchar que alguien susurra tu nombre
- Falta de expresión emocional o respuestas emotivas inadecuadas
- Ansiedad social y falta de relaciones cercanas o incomodidad con dichas relaciones
- Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz a los demás
- «Pensamiento mágico» (creer que puedes ejercer influencia en personas y acontecimientos con el pensamiento) •Creencia de que determinados incidentes o acontecimientos casuales tienen mensajes ocultos exclusivos para ti
Trastornos de la personalidad del grupo B
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo B se caracterizan por pensamientos o comportamientos dramáticos, excesivamente emotivos o impredecibles. Incluyen el trastorno de personalidad antisocial, trastorno límite de la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad y trastorno narcisista de la personalidad.
Trastorno de personalidad antisocial
- Indiferencia hacia las necesidades o los sentimientos de los demás
- Mentiras, robos, uso de apodos, estafas constantes
- Problemas legales recurrentes
- Violación constante de los derechos de los demás
- Comportamiento agresivo, a menudo violento
- Indiferencia hacia la seguridad propia y de los demás
- Conducta impulsiva
- Irresponsabilidad constante
- Falta de remordimiento por el comportamiento
Trastorno límite de la personalidad
- Conducta impulsiva y riesgosa, como tener relaciones sexuales sin protección, involucrarse en apuestas o tener atracones
- Imagen personal inestable o frágil
- Relaciones inestables e intensas
- Cambios en el estado de ánimo, a menudo como reacción al estrés interpersonal
- Conductas suicidas o amenazas de autolesión
- Temor intenso a estar solo o a ser abandonado
- Sentimientos de vacío continuos
- Ataques de ira frecuentes e intensos
- Paranoia intermitente relacionada con el estrés
Trastorno histriónico de la personalidad
- Búsqueda constante de atención
- Excesivamente exaltado, drástico o provocativo en el plano sexual, con el objetivo de captar la atención
- Discurso espectacular con opiniones fuertes, pero con pocos hechos o detalles para respaldarlas
- Fácilmente influenciable
- Emociones poco profundas que cambian rápidamente
- Preocupación excesiva por la apariencia física
- Pensamiento de que las relaciones con los demás son más cercanas que lo que en realidad son
Trastorno narcisista de la personalidad
- Creencia de que eres especial y más importante que los demás
- Fantasías sobre el poder, el éxito y la atracción
- Incapacidad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás
- Exageración de logros o talentos
- Expectativa de elogios y admiración constantes
- Arrogancia
- Expectativas no razonables de favores y ventajas, a menudo aprovechándose de los demás
- Envidia hacia los demás o creencia de que los demás te envidian
Trastornos de la personalidad del grupo C
Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo C se caracterizan por pensamientos o comportamientos de ansiedad o temor. Incluyen el trastorno de la personalidad por evitación, el trastorno de la personalidad dependiente y el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva.
Trastorno de la personalidad por evitación
- Sensibilidad excesiva a las críticas y al rechazo
- Sentimiento de ser inadecuado, inferior o desagradable
- Evasión de las actividades laborales que implican contacto interpersonal
- Inhibición, timidez y aislamiento en el plano social; evitar las actividades nuevas o reunirse con extraños
- Timidez extrema en situaciones sociales y en las relaciones personales
- Temor a la desaprobación, a pasar vergüenza o a hacer el ridículo
Trastorno de la personalidad dependiente
- Dependencia excesiva de los demás y sentir la necesidad de que alguien te cuide
- Conducta sumisa o apegada hacia los demás
- Temor a tener que cuidarte o defenderte tú mismo si te dejan solo
- Falta de confianza en ti mismo, necesidad de consejos excesivos y de la confirmación de los demás para tomar incluso decisiones de poca importancia
- Dificultad para iniciar o llevar a cabo proyectos solo debido a la falta de confianza en ti mismo
- Dificultad para expresar desacuerdo con los demás, por temor a la desaprobación
- Tolerancia hacia tratos abusivos o inadecuados, incluso cuando existen otras opciones
- Necesidad urgente de comenzar una nueva relación cuando ha terminado otra
Causas
La personalidad es la combinación de pensamientos, emociones y conductas que nos hacen únicos. Es el modo en el que ves, comprendes y te relacionas con el mundo exterior, así como el modo en el que te ves a ti mismo.
La personalidad se forma durante la infancia y en ella incide la interacción de lo siguiente:
- Los genes. Es posible que determinados rasgos de la personalidad se transmitan de padres a hijos mediante los genes heredados. A veces, estos rasgos se llaman tu temperamento.
- El entorno. Esto incluye los alrededores en los que creces, los eventos que tuvieron lugar y las relaciones con familiares y otras personas.
Se piensa que los trastornos de la personalidad son provocados por una combinación de estas influencias genéticas y del entorno. Es posible que los genes te hagan vulnerable a desarrollar un trastorno de la personalidad, y una situación de la vida puede desencadenar el desarrollo.
Complicaciones
Los trastornos de la personalidad pueden alterar significativamente tanto la vida de la persona afectada como la de las personas que se preocupan por esta. Los trastornos de la personalidad pueden provocar problemas con las relaciones, el trabajo o la escuela, y pueden derivar en el aislamiento social o el consumo abusivo de drogas o alcohol.
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Síndrome de Burnout
Descripción general
El agotamiento o desgaste laboral o síndrome de burnout es un tipo especial de estrés relacionado con el trabajo, un estado de agotamiento físico o emocional que también implica una ausencia de la sensación de logro y pérdida de la identidad personal.
El «agotamiento» no es un diagnóstico médico. Algunos expertos piensan que hay otros trastornos, como la depresión, detrás del agotamiento. Algunas investigaciones sugieren que muchas personas que experimentan síntomas de agotamiento laboral no creen que sus trabajos sean la causa principal. Cualquiera que sea la causa, el agotamiento laboral puede afectar la salud física y mental. Considera cómo saber si tienes problemas de trabajo y qué puedes hacer al respecto.
Síntomas de agotamiento laboral
Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Te has vuelto cínico o crítico en el trabajo?
- ¿Te arrastras al trabajo y tienes problemas para empezar?
- ¿Te has vuelto irritable o impaciente con tus compañeros de trabajo, jefes o clientes?
- ¿Te falta energía para tener una productividad constante? •¿Te resulta difícil concentrarte?
- ¿Tus logros no te dan satisfacción?
- ¿Te sientes desilusionado con tu trabajo?
- ¿Estás usando la comida, drogas o el alcohol para sentirte mejor o simplemente no sentir?
- ¿Han cambiado tus hábitos de sueño?
- ¿Estás preocupado por dolores de cabeza inexplicables, problemas estomacales o intestinales, u otras quejas físicas?
Si respondiste afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, es posible que estés experimentando agotamiento laboral. Considera la posibilidad de hablar con un médico o un profesional de la salud mental, ya que estos síntomas también pueden estar relacionados con problemas de salud, como la depresión.
Posibles causas del agotamiento laboral
El agotamiento laboral puede ser el resultado de varios factores, entre ellos:
- Falta de control. La imposibilidad de influir en las decisiones que afectan a tu trabajo, como tu horario, tus tareas o tu carga de trabajo, puede ocasionar agotamiento laboral. La falta de los recursos que necesitas para hacer tu trabajo puede ser otra causa.
- Expectativas laborales poco claras. Si no tienes claro el grado de autoridad que tienes o lo que tu supervisor u otras personas esperan de ti, es probable que no te sientas cómodo en el trabajo.
- Dinámica disfuncional en el lugar de trabajo. Tal vez hay alguien en tu oficina que te acosa o acosa a tus compañeros, o te sientes desautorizado por tus colegas o tu jefe interfiere innecesariamente en tu trabajo. Esto puede contribuir al estrés laboral.
- Extremos de actividad. Cuando un trabajo es monótono o caótico, se necesita energía constante para mantener la concentración, lo que puede provocar fatiga y agotamiento laboral.
- Falta de apoyo social. Si te sientes aislado en el trabajo y en tu vida personal, es posible que te sientas más estresado.
- Desequilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Factores de riesgo de agotamiento laboral
Es más probable que experimentes agotamiento laboral si:
- Te identificas tanto con el trabajo que te falta un equilibrio entre tu vida laboral y tu vida personal
- Tienes una gran carga de trabajo, incluso horas extras
- Tratas de ser todo para todos
- Trabajas en una profesión de ayuda, como la atención médica
- Sientes que tienes poco o ningún control sobre tu trabajo
- Tu trabajo es monótono
Consecuencias del agotamiento laboral
El agotamiento laboral ignorado o no abordado puede tener consecuencias significativas, entre ellas:
- Estrés excesivo
- Fatiga
- Insomnio
- Tristeza, enojo o irritabilidad
- Consumo inadecuado de alcohol y de sustancias
- Enfermedad cardíaca
- Presión arterial alta
- Diabetes tipo 2
- Vulnerabilidad a las enfermedades
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Trastorno de ansiedad por enfermedad
Descripción general
El trastorno de ansiedad por enfermedad, a veces denominado hipocondriasis o ansiedad por la salud, implica preocuparse excesivamente por tener o poder contraer una enfermedad grave. Es posible que no tengas síntomas físicos. O bien, puedes creer que las sensaciones corporales normales o los síntomas menores son signos de una enfermedad grave, aunque un examen médico exhaustivo no revele una enfermedad grave.
Puedes experimentar ansiedad extrema y relacionar sensaciones corporales, como contracciones musculares o fatiga, con una enfermedad grave específica. Esta ansiedad excesiva, más que el síntoma físico en sí mismo, ocasiona una angustia intensa que puede afectar tu vida.
El trastorno de ansiedad por enfermedad es un trastorno a largo plazo cuya gravedad puede fluctuar. Puede aumentar con la edad o durante los momentos de estrés. Pero el asesoramiento psicológico (psicoterapia) y, a veces, los medicamentos, pueden ayudar a aliviar tus preocupaciones.
Síntomas
Los síntomas del trastorno de ansiedad por enfermedad implican preocupación por la idea de estar gravemente enfermo, a partir de sensaciones corporales normales (como ruidos en el estómago) o síntomas menores (como una erupción cutánea menor). Entre los signos y síntomas pueden encontrarse los siguientes:
- Estar preocupado por tener o por contraer una enfermedad o trastorno grave
- Preocuparte por el hecho de que los síntomas menores o las sensaciones corporales signifiquen que tienes una enfermedad grave
- Preocuparte con facilidad por tu estado de salud
- Tener una sensación de tranquilidad muy leve o nula tras la consulta al médico o tras obtener resultados negativos en las pruebas
- Preocuparte excesivamente por una enfermedad específica o por el riesgo de tener una enfermedad que está presente en tu familia
- Angustiarte demasiado por posibles enfermedades en las que te resulte difícil desenvolverte
- Examinarte el cuerpo en forma reiterada para detectar signos de enfermedad
- Asistir a consultas médicas con frecuencia para tranquilizarte o evitar la atención médica por miedo a que te diagnostiquen una enfermedad grave
- Evitar personas, lugares o actividades por miedo a los riesgos de salud
- Hablar constantemente sobre tu salud y sobre posibles enfermedades
- Buscar constantemente en internet las causas de síntomas o posibles enfermedades
Cuándo debes consultar a un médico
Ya que los síntomas pueden estar relacionados con problemas de salud, es importante que te evalúe un proveedor de atención médica si aún no te ha visto. Si el profesional considera que es posible que tengas trastorno de ansiedad por enfermedad, puede derivarte a un profesional de salud mental.
El cuidado de un ser querido
Un nivel importante de ansiedad puede provocar una angustia real para la persona, y el consuelo no siempre resulta útil. A veces brindar consuelo puede empeorar la situación. Esto puede ser frustrante y causar estrés en las familias y en las relaciones. Alienta a tu ser querido a que considere la posibilidad de que lo deriven a un profesional de salud mental para aprender formas de afrontar el trastorno de ansiedad por enfermedad.
Causas
La causa exacta del trastorno de ansiedad por enfermedad no se conoce con certeza, pero los siguientes factores pueden cumplir una función:
- Creencias. Es posible que tengas dificultad para tolerar la incertidumbre sobre sensaciones molestas o inusuales. Esto puede hacer que malinterpretes que todas las sensaciones del cuerpo son serias, entonces buscas pruebas para confirmar que tienes una enfermedad seria.
- Familia. Es posible que tengas más probabilidad de tener ansiedad por enfermedad si tus padres se preocupan mucho por su salud o tu salud.
- Experiencia pasada. Es posible que hayas tenido una experiencia con una enfermedad seria de niño y que las sensaciones físicas te asusten.
Factores de riesgo
El trastorno de ansiedad por enfermedad suele comenzar al principio o a mediados de la adultez y puede empeorar con la edad. Con frecuencia en personas mayores, la ansiedad relacionada con la salud puede centrarse en el miedo de perder la memoria.
Entre los factores de riesgo para el trastorno de ansiedad por enfermedad se pueden incluir los siguientes:
- Un momento de mayor estrés en la vida
- Riesgo de una enfermedad seria que termina no siendo seria •Antecedentes de abuso sexual durante la niñez
- Una enfermedad seria durante la infancia o un padre con una enfermedad seria
- Características de personalidad, como tendencia a preocuparseUso excesivo de internet relacionado con la salud
Complicaciones
El trastorno de ansiedad puede estar asociado con lo siguiente:
- Problemas familiares o en las relaciones debido a que la preocupación excesiva puede frustrar a otras personas
- Problemas de desempeño relacionados con el trabajo o inasistencias excesivas
- Problemas para desenvolverse en la vida diaria, los cuales incluso pueden provocar una discapacidad
- Problemas financieros debido al exceso de consultas de cuidado de la salud y gastos médicos
- Tener otro trastorno de salud mental, como trastorno somatomorfo, otros trastornos de ansiedad, depresión o un trastorno de la personalidad
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Trastornos psicosomáticos
Descripción general
En el trastorno somatomorfo, hay un foco importante en los síntomas físicos, como dolor o fatiga, hasta el punto en que causa una gran angustia emocional y problemas para desenvolverse en la vida diaria. Puedes o no tener otra enfermedad asociada con estos síntomas, pero tu reacción a los síntomas no es normal.
A menudo, piensas lo peor acerca de tus síntomas y haces consultas frecuentes con el médico, ya que continúas buscando una explicación, aun cuando se han descartado otras enfermedades graves. Los problemas de salud pueden convertirse en un foco tan importante de tu vida que te resulte difícil desenvolverte, lo que en ocasiones puede llevar a la discapacidad.
Si tienes un trastorno somatomorfo, es posible que padezcas una gran angustia física y emocional. El tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas, ayudarte a enfrentarlos y mejorar tu calidad de vida.
Síntomas
Las características de los síntomas del trastorno somatomorfo pueden ser las siguientes:
- Son sensaciones específicas, como dolor o dificultad para respirar, o síntomas más generales, como cansancio o debilidad
- No están relacionados con una causa médica identificable, o se relacionan con un trastorno médico como el cáncer o la enfermedad cardíaca pero son más importantes de lo que se espera
- Son síntomas únicos, múltiples o variables
- Son leves, moderados o graves
El dolor es el síntoma más frecuente, pero cualquiera sean los síntomas, existen pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con tales síntomas, que pueden causar problemas importantes, dificultar la funcionalidad o, en ocasiones, incapacitar.
Estos pensamientos, sentimientos y comportamientos pueden tener las siguientes características:
- Preocupación constante sobre posibles enfermedades
- Interpretación de sensaciones físicas normales como signos de enfermedades físicas graves
- Temor sobre la gravedad de los síntomas, aún sin que exista evidencia
- Pensamientos sobre la amenaza o daño que representan las sensaciones físicas Sensación de que la evaluación o el tratamiento médico no han sido adecuados
- Temor de que la actividad física pueda causar daños al cuerpo
- Revisión repetitiva del cuerpo en busca de anomalías
- Consultas frecuentes al médico que no eliminan las preocupaciones o que las empeoran
- Ausencia de respuesta al tratamiento médico o sensibilidad inusual a los efectos secundarios de los medicamentos
- Afectación más intensa de la esperada para el trastorno médico
- En el caso del trastorno somatomorfo, cobra más importancia que los síntomas físicos que se tengan, la forma en que se interpretan, la reacción que provocan y el efecto que tienen sobre la vida cotidiana.
¿Cuándo debes consultar con un médico?
Ya que los síntomas físicos pueden estar relacionados con problemas médicos, es importante recibir la evaluación del proveedor principal de atención médica si no estás seguro de qué causa los síntomas. Si el proveedor principal de atención médica cree que tienes trastorno somatomorfo, quizás te derive con un profesional de la salud mental.
El cuidado de un ser querido
Cuando se producen los síntomas físicos que se consideran trastorno somatomorfo, puede ser difícil aceptar que se ha eliminado una enfermedad potencialmente mortal como la causa. Los síntomas causan una angustia real para la persona y el consuelo no siempre resulta útil. Anima a tu ser querido a considerar la derivación con un profesional de la salud mental para aprender formas de enfrentar las reacciones a los síntomas y las incapacidades que provocan.
La incapacidad física puede hacer que la persona se haga dependiente, y necesite atención física y apoyo emocional adicional, lo que puede resultar agotador para la persona responsable del cuidado y generar estrés a las familias y las relaciones. Si te sientes abrumado por tu papel como persona responsable del cuidado, quizás necesites hablar con un profesional de la salud mental para hablar sobre tus propias necesidades.
Causas
La causa exacta del trastorno de síntomas somáticos no es clara, pero cualquiera de estos factores puede influir:
- Factores genéticos y biológicos, como mayor sensibilidad al dolor
- Influencia familiar, que puede ser genética, ambiental o ambas
- Rasgo de negatividad en la personalidad, que puede impactar en la forma en que identificas y percibes la enfermedad y los síntomas corporales
- Menor percepción de las emociones o problemas para procesarlas, lo que provoca que el foco sea los síntomas físicos en lugar de los problemas emocionales
- Conducta aprendida, por ejemplo, la atención y otros beneficios obtenidos luego de haber padecido una enfermedad; o las «conductas de dolor» en respuesta a síntomas, como evitar excesivamente la actividad, lo cual puede aumentar tu nivel de discapacidad
Factores de riesgo
- Sentir ansiedad o depresión
- Tener una enfermedad o estar recuperándose de una enfermedad •Estar en riesgo de padecer una enfermedad, por ejemplo, tener antecedentes familiares importantes de una enfermedad
- Vivir sucesos estresantes, traumas o violencia
- Haber vivido traumas en el pasado, como abuso sexual infantil
- Tener un nivel de educación o socioeconómico bajos
Complicaciones
El trastorno de síntomas somáticos puede asociarse con lo siguiente:
- Salud deficiente
- Problemas para desenvolverse en la vida diaria, entre ellos, discapacidad física
- Problemas con las relaciones
- Problemas en el trabajo o desempleo
- Otros trastornos mentales, como ansiedad, depresión o trastornos de personalidad
- Aumento del riesgo de suicidio relacionado con depresión
- Problemas económicos debido a exceso de consultas para el cuidado de la salud
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